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02 de mayo de 2024

Fernando Alonso bajo la lluvia, donde dio un recital de pilotaje en Países Bajos

Fernando Alonso bajo la lluvia, donde dio un recital de pilotaje en Países BajosAFP

Fernando Alonso demuestra que en la F1 (a veces) no todo es el coche: las manos aún cuentan

En la Fórmula 1 manda el coche. No hay dudas. Max Verstappen es un gran piloto, pero si domina de forma insultante esta temporada es porque el Red Bull es un monoplaza muy superior al resto. Igual pasó con Lewis Hamilton, que se llevó cinco Mundiales (de los siete que tiene) por contar con un vehículo que prácticamente iba solo.
Sí, eso es así, pero también es verdad que en algunas carreras las manos mandan. Y en ese contexto Fernando Alonso demostró que es el mejor, que es capaz de brillar en condiciones muy difíciles y que en carreras que son locas el piloto también tiene mucho que decir.
Lo que pasó en el GP de Países Bajos se recordará no ya por ser una de las mejores carreras de los últimos años (que también) sino por como Fernando protagonizó adelantamientos imposibles. Y los hizo en todas las condiciones meteorológicas.
Nada más comenzar la carrera –la primera tras el largo parón veraniego– y todos con neumáticos secos y cayendo agua ya, Alonso se inventó un adelantamiento. El GP de los Países Bajos en Zandvoort regresó al calendario en 2021 y en estos tres años no se ha visto a un piloto adelantar a dos en la curva 3, una especie de herradura peraltada donde parece que pierdes el equilibrio. Adelantó por dentro a Russell y Albon y de salir quinto se colocó tercero. Fue mágico. El doble adelantamiento será el mejor del año y eso que Fernando ya arrastra otros tres esta temporada.
Después hubo tiempo también para adelantar a Norris (más fácil), pero además para inventarse un pase a Zhou justo después de salir del pit-lane, pillando a todos por sorpresa. Y con Leclerc tuvo una bonita lucha bajo la lluvia en la que Alonso también le hizo una pasada espectacular. Fue un recital de pilotaje. Y Verstappen, por cierto, flipó con esos adelantamientos cuando se los enseñaron al final de la prueba.

La relevancia del piloto

En esas condiciones de lluvia –y más cuando llueve, deja de hacerlo, vuelve a llover...– se ve al piloto. Los hay malos, regulares y buenos. Y los hay muy buenos. Max Verstappen es de estos últimos. Por mucho que su Red Bull sea un avión, él se mantuvo firme en el liderato en estas condiciones en 'su' circuito. Y también lo es Fernando.
El saludo entre Max Verstappen y Fernando Alonso

El saludo entre Max Verstappen y Fernando AlonsoAFP

Alonso nos ha demostrado este año más si cabe que es un piloto listo, pícaro, que está pendiente de todo, que no se le escapa ningún detalles de lo que ocurre. Eso también se suma a su excelente pilotaje. En una carrera monótona, en seco y en circuitos con poco margen para adelantar ni a él ni a nadie se le puede ver en su plenitud. Manda el coche al 99%. Pero en carreras como las de Zandvoort sí hay espacio para la magia, para eso que caracterizó al asturiano en su etapa dorada.
Cabe señalar que en esta primera carrera tras el parón (que ilusiona con un segundo tramo de temporada de éxito para Aston Martin) Fernando Alonso hizo la vuelta rápida, fue nombrado piloto del día, terminó en el podio, ganó tres posiciones respecto a la parrilla de salida y se quedó solo a tres segundos de Verstappen. El español volvió a emocionar, a hacer vibrar a los aficionados.
Y lo hizo con un memorable pilotaje bajo la lluvia y el diluvio, también bajo el sol neerlandés y en un duelo precioso ante Verstappen, que también hizo otra gran carrera. Todo ello demuestra que la F1 todavía tiene huecos para que el piloto brille, que no todo es el coche, aunque sea de vez en cuando. Cuando la Fórmula 1 tiene estos ingredientes es muy difícil que cualquier otro espectáculo deportivo le supere. Y en eso Fernando Alonso es el gran protagonista.
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