La apuesta que hizo Fernando Alonso tras las mejoras de Aston Martin y debe cumplir en Países Bajos

La vuelta del verano ha traído todavía más ilusión en Aston Martin. Si ya antes de las vacaciones Silverstone era una fiesta por el quinto puesto conseguido por Fernando Alonso en el Gran Premio de Hungría, los libres del Gran Premio de Países Bajos hizo crecer más el suflé. Durante dos sesiones, el AMR25 únicamente fue inferior al McLaren, que este año está intratable y se van a llevar de calle tanto el campeonato de pilotos como el de constructores.

No es este año esa la guerra de Fernando Alonso ni de Aston Martin. El año que viene Dios dirá porque hay muchísima ilusión en que la tremenda inversión realizada, el gurú de la aerodinámica Adrian Newey y el cambio de normativa sirvan para que el AMR26 esté en la pelea por ganar carreras. Ahora bien, para eso todavía quedan unos meses y lo que se busca en este segundo tramo de 2025 es no tirar la temporada.

Aston Martin inició el curso con el peor coche de la parrilla de lejos. Era un monoplaza que fallaba en todos los aspectos y en la fábrica de la escudería verde, encabezada por Andy Cowell, se abrió el debate sobre si tirar directamente el curso y poner toda la carne en el asador en 2026. Realmente esa fue la conclusión a la que se llegó, pero dejando un pequeño equipo de trabajo en el coche de 2025 porque se negaban a pensar que era tan anticompetitivo. Confiaban más en el coche que habían diseñado.

Unas pocas mejoras bastaron para que el AMR25 pasara de ser de los últimos a entrar con facilidad en los puntos, sobre todo gracias al gran nivel que mantiene Alonso a sus casi 44 años. En Ímola llegaron las primeras mejoras y se vieron brotes verdes y después en Canadá el coche empezó a competir de tú a tú con el resto de escuderías de media tabla.

La apuesta de Fernando Alonso

Al acabar séptimo en Canadá, Fernando Alonso se apostó con un periodista que iba a subir al podio en alguna de las siguientes cinco carreras. Si cumplía el asturiano esa promesa el comunicador tenía la obligación de dejarse el mismo bigote que lleva luciendo Alonso desde hace unos meses y tanto se ha comentado en el paddock. Fue una apuesta para demostrar la confianza que tiene en sí mismo el bicampeón mundial, que ahora en Países Bajos está ante su última bala.

Austria, Gran Bretaña, Bélgica y Hungría ya han pasado y en todas salvo en la belga Alonso ha entrado en los puntos. En las dos primeras quedó séptimo, mientras que en Hungaroring fue quinto y en la qualy estuvo a tan solo una décima de lograr la pole. Fue el mejor resultado de Aston Martin en la temporada y la mayor exhibición del asturiano en lo que llevamos de campaña, aunque sin cumplir su deseo de subirse al podio, algo que no consigue desde Brasil 2023.

Su 'última' oportunidad para ganar la apuesta la tiene en Zandvoort este domingo, algo que tendrá casi imposible. Pese a ir muy bien en los libres, el coche dejó más que desear en la clasificación y décimo fue el mejor puesto que pudo conseguir. Partiendo desde ahí, salvo una carrera loca, tendrá complicadísimo subir al podio y en realidad es consciente de que no debe ser el objetivo.

El AMR25, por mucha mejoría que haya experimentado, no está ni tan siquiera para soñar con la carambola. Alonso hizo una apuesta arriesgada que fue más una broma con el periodista. Aun así, su nivel sigue siendo muy alto y está en el camino correcto. Competir con todo este curso para el año que viene, si el coche lo permite, subir una y muchas veces al podio.