Christian Eriksen sufrió un paro cardiaco sin haber estado contagiado de covid ni habiéndose vacunado
El corazón de los deportistas de élite no entiende de covid
El Debate recoge la opinión de varios expertos en Medicina Deportiva que aseguran que «el riesgo de aparición de enfermedad cardiaca en deportistas de élite tras pasar el coronavirus es muy bajo»
La arritmia ventricular, el problema de salud que ha obligado al ‘Kun’ Agüero a retirarse
El primer año pospandémico, posconfinamiento y posvacunación ha dejado varios sustos sobre el césped de los estadios de fútbol. Todo comenzó cuando el futbolista Christian Eriksen, a mediados de junio, sufrió un paro cardiaco mientras disputaba un partido con su selección en la última Eurocopa. Un hecho que marcó a los allí presentes y al mundo del fútbol.
A partir de ahí, la acumulación de noticias de futbolistas con problemas respiratorios y de corazón ha alertado a muchos ciudadanos y organizaciones que vieron cómo el 'Kun' Agüero anunciaba su retirada, a los 33 años, al serle detectada una arritmia ventricular. Tras el caso del argentino, llegaron otros como Victor Lindelof, del Manchester United, o el polaco Zielinski, del Nápoles.
Ambos jugadores sufrieron dolores en su pecho que les impidieron continuar sobre el césped. Los dos jugadores, tras someterse a exámenes exhaustivos, han podido continuar con su carrera. Todas estas situaciones han provocado una alarma social que tiene a relacionarse con la COVID-19. Pero, ¿qué hay de cierto en esto?
El Debate ha contactado con varios profesionales de la Medicina Deportiva que aclaran estas dudas.
Víctor Ortiz es cardiólogo especialista en el Hospital La Fe, de Valencia, y coordinador de Cardiología en el Departamento de Medicina de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad CEU Cardenal Herrera. El doctor Ortiz afirma que «el riesgo de aparición de enfermedad cardiaca en deportistas tras COVID es muy bajo. El problema es que, igual que en población general, el número de infectados es altísimo, por lo que, aunque infrecuente, esta aparece».
«Lo que podemos decir con datos en la mano son los resultados de un estudio publicado en 2021. De 789 atletas profesionales de EE.UU., en el 0,6 % (tan solo cinco atletas) se encontraron datos de miocarditis o pericarditis». Ortiz añade que «la aparición de pericarditis o miocarditis tanto por la infección como por la vacunación es mucho más frecuente en la población joven que en personas más mayores, y los deportistas profesionales se sitúan en este rango de edad».
La covid ha golpeado al mundo del fútbol, como al resto de la población. Muchos son los futbolistas que han pasado la enfermedad y muchos de ellos sin apenas síntomas. Sin embargo, hay algunos casos como el de Alphonso Davies, lateral izquierdo del Bayern de Múnich, o Aubameyang, delantero del Arsenal, que tras pasar el virus han tenido que interrumpir sus carreras por que los análisis postenfermedad mostraron lesiones cardíacas.
¿Pasar la covid eleva el riesgo de sufrir un problema cardíaco?
Ortiz reconoce que «sí, pero con una muy baja probabilidad. La gran mayoría de casos que estamos viendo tras pasar el coronavirus o vacunación están siendo leves y con buena evolución». Aunque avisa de algunos problemas aislados: «El problema que estamos observando son algunos casos en los que la inflamación se queda de forma persistente durante mucho tiempo o reaparece tras haber remitido».
El deporte 'amateur', el gran olvidado
Alejandro Berenguel, coordinador de la Unidad Integral de Prevención Cardiovascular y Cardiología Deportiva del Hospital Universitario de Toledo, también pone el foco en el fútbol más modesto. Berenguel asegura que «en España hay entre 100 y 200 casos anuales de muerte súbita relacionada con el deporte, de los cuales una proporción de ellas sería por arritmias ventriculares y otra por infartos. Sin embargo, la mayoría de los casos suceden en deportistas amateur, con la consiguiente menor trascendencia social y a nivel mediático. Lo que sucede es que cuando el caso afecta a un deportista conocido tiene mucha más trascendencia, y parece que hay más casos de los que realmente hay».
La prevención, la gran aliada
Berenguel asegura que «el foco habría que ponerlo en todos los deportistas, pues los amateurs en muchas ocasiones no tienen un acceso tan fácil a los reconocimientos médicos que se realizan a los deportistas de élite, y mediante los cuales, en muchas ocasiones con sencillas pruebas, se podrían descartar hasta un 90-95 % de las enfermedades potencialmente causantes del síndrome de muerte súbita del deportista».
La fatiga postcovid, enemiga del fútbol modesto
Al pasar la enfermedad, en algunas personas persisten ciertos síntomas como fatiga, dolor en el pecho o palpitaciones. Ante la aparición de estos síntomas, el doctor Ortiz reconoce que «en muchas ocasiones no lo sabemos justificar». Unos síntomas que están encontrando, sobre todo, en deportistas amateur: «La impresión es que es muy infrecuente que afecte a deportistas de élite. Sí estamos viendo bastantes casos de deportistas amateurs. Probablemente por afectación de los nervios que regulan la frecuencia cardiaca, aparecen frecuencias cardiacas anormalmente elevadas, en ocasiones en reposo o con cambios de postura y fundamentalmente con el ejercicio y que en algunos conlleva una disminución del rendimiento».
Calendarios cargados, ¿aliados o adversarios?
Cada vez más los futbolistas juegan más partidos y de una forma más seguida: entre Liga, competiciones europeas, compromisos con la selección y demás, los jugadores acumulan mucha carga en sus piernas. ¿Influye esta carga de partidos donde a veces no da tiempo a recuperar como se debería a la hora de problemas cardiovasculares?
Jessica González, fisioterapeuta de Hospital HM IMI Toledo, asegura que «no, ya que los periodos de descanso entre entrenamientos no influyen a la hora de tener un problema cardiovascular». Además, destaca que «se adaptan los entrenamientos para que estos periodos de descanso se realicen de una forma más activa. De manera que el sistema cardiovascular y el sistema musculoesquelético trabajan de un modo más eficaz, evitando lesiones, mejorando la capacidad funcional y reduciendo la incidencia de la enfermedad cardiovascular y la mortalidad».
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