La celebración del Real Madrid en su último Mundial de Clubes, en 2018
El torneo oficial que tiene que jugar el Real Madrid y no sabe cuándo, cómo y dónde se disputará
Muchas incertidumbres sobre el Mundial de Clubes, que los blancos tienen que disputar en su condición de campeón de Europa
La próxima temporada en el fútbol mundial, pero más concreto en el europeo, será una locura. La obligación de jugar el Mundial por primera vez fuera de verano y colocarlo en noviembre y diciembre ha obligado a cambiar todo el calendario.
La Liga empieza antes y acaba más tarde, la Champions también finaliza después de lo que suele ser habitual y además comprime sus jornadas de la primera fase, el propio Mundial se celebrará sin preparación previa de las selecciones... Son mucho los cambios, pero la forma tan intensa e inaudita en la que se moverá la temporada 2022/23 se ve de la mejor forma en la existencia de una competición oficial, un título prestigioso, que ni tiene fecha ni se sabe qué pasará con ella.
Es el Mundial de Clubes, el torneo en el que participan los campeones de cada continente y en el que el Real Madrid, como campeón de la Champions, representará a Europa. El torneo ya es conocido por los blancos, que lo ganaron en todas las ediciones que lo disputaron: 2014, 2016, 2017 y 2018. Y pese a todos los intentos por desprestigiarlo y acabar con ello se ha jugado siempre.
Ahora en 2022 no se sabe que será de este torneo que la FIFA siempre lo ha vendido como una de sus grandes apuestas y del que sale un equipo que es considerado como el mejor del mundo. La edición de este año, para empezar, se jugará en 2023 pero sin fecha exacta y sin previsiones reales.
No hay ni sede ni fecha ni, incluso, calendarios en algunos de los torneos de los que tienen que salir los rivales del Real Madrid
Normalmente, el Mundial de Clubes se jugaba a mediados del mes de diciembre, pero en este 2022 es imposible debido a que es un tiempo exclusivo para el Mundial de selecciones. El pasado año, también a falta de fechas, la FIFA lo trasladó al mes de febrero. Para esta temporada podría ser una opción, pero ni en el calendario español ni en el europeo se ha dejado hueco contando con la celebración de este torneo. No hay previsión en el calendario.
Por no haber tampoco hay lugar donde se juegue el Mundial de Clubes. La lógica diría que se jugará en Emiratos Árabes Unidos, ya que hasta ahora desde que la FIFA potenció la competición, la sede ha sido bienal: un mismo país lo acogía dos ediciones consecutivas. El pasado año se disputó en esta zona del golfo Pérsico y aún faltaría una temporada más.
Para la FIFA, actualmente, no existe el Mundial de Clubes que tanto fortaleció y que en un principio, y antes de la pandemia, iba a desaparecer de la forma hoy entendida. No hay rastro para el máximo organismo del fútbol de esta competición. Ocurre todo cuando se iba a creer un Mundial diferente, al estilo de las selecciones, con 24 países concentrados en una sola sede. Ese proyecto –mucho más atractivo– está ahora parado tras la irrupción de la pandemia.
Las fechas de los torneos continentales no coinciden
La incertidumbre también se extiende a los equipos participantes, los cuales algunos aún no se saben (esto es normal, igual a otras temporadas) pero este año se añade que hay competiciones que no tienen ni fijado su calendario.
De los siete equipos que tienen que jugar el Mundial de Clubes solo tres se conocen ya: el representante de Europa (Real Madrid), el de la zona de Norte América y Caribe (Seattle Sounders, de Estados Unidos) y el campeón de África (Wydad de Casablanca, de Marruecos).
Faltan cuatro y el desconocimiento de tres de ellos demuestra el serio riesgo de que este Mundial de Clubes no se celebre. Del campeón de Sudamérica, a través de la Copa Libertadores, sí se sabe que se conocerá el 29 de octubre, pero hay tres que son una lotería: el invitado como campeón de la liga del país anfitrión (no se conoce ni dónde se disputará el torneo), el de Asia (que tiene su final fijada para finales de febrero de 2023, por lo que complicaría más aún las fechas del Mundial de Clubes) y el de Oceanía, que no tiene ni su calendario fijado.
El desastre se avecina por un torneo que la FIFA ni mucho menos ha dado por extinguida y que al Real Madrid le corresponde jugar al haber sido campeón de Europa.
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