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25 de abril de 2024

Camavinga,Ceballos, Asensio y Nacho han ayudado al Real Madrid a recuperar su solvencia

Camavinga, Ceballos, Asensio y NachoPaula Andrade

Los cuatro jugadores que le han cambiado la cara al Real Madrid

Ancelotti ha confiado en su 'Unidad B' y hay un cuarteto de futbolistas que, con su fútbol, han hecho olvidar la crisis que se instaló en Chamartín tras la derrota en la Supercopa

El Real Madrid ha vuelto –si es que alguna vez se fue–. Los blancos dieron carpetazo a una crisis que se instaló en el Bernabéu tras caer ante el Barça en Arabia. La remontada en Copa y la solvente victoria en San Mamés volvió a demostrar que el equipo de Carlo Ancelotti se encuentra muy vivo.
Y en esa resurrección tienen mucho que ver cuatro protagonistas que, gracias a la confianza del técnico italiano, se han convertido en piezas claves para que el actual campeón de Liga y Champions no descarrilara nada más empezar el año 2023. El inquilino del banquillo merengue ha demostrado, una vez más, que es una persona de palabra otorgando minutos a aquellos que han hecho méritos para ello. Un calendario más que apretado y exigente ha permitido que la 'Unidad B' sea más necesaria que nunca

El renacer de Ceballos

El utrerano fue el héroe de Villarreal. Marcó el gol que culminó la remontada y dio dos asistencias que acabaron en gol. Ceballos no marcaba con los blancos desde 2019, pero no pareció olvidársele cómo se celebra un gol. Abrió los brazos y se tiró al césped de La Cerámica. Tras él, se unieron sus compañeros formando una piña, evidenciando lo que hoy en día es el equipo blanco. Los madridistas celebraban la remontada y el gol de un jugador que necesitaba como pocos reivindicarse.
Su buen hacer ante el Villarreal le valió para ser el faro guía de su equipo en Bilbao y, de nuevo, volvió a demostrar que no rechina verle de titular en el mejor club del siglo XX. Los minutos que jugó fueron un despliegue de raza, control de balón y precisión en los pases. Manejó el balón a su antojo e hizo jugar a sus compañeros.
Eduardo Camavinga (arriba), Marco Asensio (delante) y Dani Ceballos (debajo), celebran el gol del utrerano que sirvió para dar el paso al Madrid a cuartos de final

Eduardo Camavinga (arriba), Marco Asensio (delante) y Dani Ceballos (debajo), celebran el gol del utrerano que sirvió para dar el paso al Real Madrid a cuartos de finalEFE

Dani es, desde el pasado 1 de enero, libre para negociar su futuro con cualquier club. Sin embargo, en la cabeza de Ceballos no existe otra cosa que conseguir triunfar en el Real Madrid. Como publicó El Debate, el jugador no va a tirar la toalla y quiere renovar con el club de sus sueños, quien todavía no le ha hecho una oferta. Actuaciones como la de estos dos últimos partidos hacen que desde la directiva blanca se muestren partícipes de ofrecer al andaluz la ansiada renovación. Él quiere seguir y Ancelotti quiere que siga. En las oficinas del club blanco llevan semanas tomando nota.

Asensio convence

Asensio es otro de los jugadores que ha mutado. Ancelotti le prometió que contaría con él y lo ha cumplido. Le ha dado varias oportunidades, tanto de titular como saliendo desde el banquillo, y el jugador ha respondido a base de goles y demostrando que todavía tiene mucho que aportar. Ante el Villarreal fue, junto a Ceballos, la solución perfecta. En cuanto a la renovación, su caso es distinto al del utrerano, ya que lleva en conversaciones con el club varias semanas. Asensio comenzaba la temporada dispuesto a poner punto final a su etapa en el Real Madrid, pero meses después, como publicó este medio, dio marcha atrás y se mostró partidario de seguir unido al equipo merengue. Los blancos ya le hicieron llegar su propuesta con una ligerísima mejora de su contrato. Ahora la decisión está en el tejado del mallorquín. De momento, se ha reencontrado con la versión del futbolista que tanto anhelaba Ancelotti.
Asensio celebra

Asensio celebra un gol esta temporadaAFP

Nacho, un 'One Club Man' en peligro de extinción

Nacho es el único One Club Man que le queda al Real Madrid. El canterano llegó al conjunto blanco con 11 años y, tras pasar por todas las categorías inferiores, lleva una década asentado en el primer equipo. Su rol siempre ha sido el de un secundario de lujo que siempre ha estado a disposición del entrenador. Un jugador multidisciplinar capaz de jugar en las cuatro posiciones de la zaga defensiva y hacerlo a un nivel excelso.
El de Alcalá de Henares está viviendo su momento más delicado desde que viste la camiseta blanca, ya que ha pasado de ser la primera opción a alguien olvidado. Sin embargo, las lesiones de Carvajal y Lucas Vázquez le han devuelto el protagonismo perdido. El defensa acaba contrato esta temporada y, según pudo saber este medio, está pensándose de forma muy seria si seguir o no en el club merengue. Antes del Mundial, el no estaba mucho más cerca que el sí. Ahora, tras la cita de Qatar, ha encadenado tres titularidades de forma consecutiva y ante el Atlético, en Copa, se avecina una más.
Nacho Fernández con un capote durante la celebración de la victoria del Real Madrid en la Copa de Europa de 2022

Nacho Fernández, con un capote, durante la celebración de la victoria del Real Madrid en la Copa de Europa de 2022GTRES

Nacho es de esos futbolistas especiales que, además de tener un comportamiento impecable, siempre cumple. En el club merengue saben que es complicado, por no decir imposible, encontrar a alguien de ese nivel, con ese comportamiento, y que asuma ese rol.

Camavinga ha tirado la puerta abajo

La inoportuna lesión de Tchouaméni, en vez de ser un problema para el Real Madrid, ha servido de oportunidad para ver crecer a un jugador como Camavinga. Tras una discreta y criticada actuación ante Barcelona en la Supercopa, ante el Villarreal exhibió en la segunda parte un catálogo de su potencial y ante el Athletic disputó sus mejores minutos como madridista.
Este cuarteto de secundarios de lujo ha demostrado su potencial cuando el equipo más lo necesitaba. El ser o no ser del Real Madrid esta temporada dependerá, en gran medida, del rendimiento de estos «intocables», como los bautizó Carletto.
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