El portero que relegó a Buffon al banquillo y terminó adicto a la cocaína

Gianluigi Buffon siempre podrá decir que fue uno de los mejores porteros del mundo. El guardameta italiano marcó una era en la Juventus de Turín y allá por 2008 se disputó la condición de mejor cancerbero con el español Iker Casillas, con el que protagonizó grandes duelos bajo palos.

Sin embargo, sus inicios fueron radicalmente distintos y hubo un tiempo en el que perdió la titularidad en manos de Angelo Pagotto, portero italiano que apuntaba a estrella, que tenía mejores condiciones que el propio Buffon y al que muchos consideraron el mejor guardameta transalpino de esa época. Hablemos de él.

Pagotto fue campeón de Europa sub-21 con Italia en 1996, derrotando a España en la final, y a lo largo de su carrera jugó en varios equipos de la Serie A como el Milan, la Sampdoria, el Crotone, el Torino, el Perugia o el Empoli, por citar varios ejemplos. Llegó a disputar 50 partidos en la primera división italiana.

La carrera deportiva de Pagotto duró hasta el 2007, año en el que fue inhabilitado por consumo de cocaína, la sustancia estupefaciente que le sirvió como vía de escape cuando no tenía objetivos y cuando era suplente. Las drogas le alejaron de la realidad, estuvo consumiéndolas durante tres años y acabó sufriendo una depresión. «La cocaína fue un escape. Pensaba que me ayudaba a resolver problemas. Intenté dejarlo muchas veces, pero no era fácil».

Las drogas le llevaron por el mal camino y todo el dinero que ganó como profesional (350 millones de liras) lo gastó comprando ropa en la via Montenapoleone de la ciudad italiana, famosa por sus comercios de moda y joyas. Pagotto se quedó sin nada y no le quedó otra que empezar a trabajar como pizzero para ganar algo de dinero.

Hoy en día, la situación de Angelo Pagotto sigue siendo algo extrema. Fruto del tema de las drogas, el exportero italiano toma psicofármacos para tratar de aliviar la depresión que tanto daño le hizo años atrás y vive con su tercera mujer en la montaña italiana de una forma bastante precaria.

Su ilusión más inmediata

Los años posteriores a su retirada fueron muy duros y ahora que ya han pasado más de tres lustros, la ilusión de Angelo Pagotto es abrir una escuela de fútbol en la que ayude a los jóvenes porteros a progresar como profesionales y hacerse con un banquillo de la Serie A a corto-medio plazo.

Pagotto tiene claro que hasta que no cumpla todas sus metas no va a ser completamente feliz. También tiene pendiente hacer las paces con su madre, con la que perdió la relación por el tema de las drogas y la cocaína, y le gustaría tener otro hijo con su tercera mujer.

Esta es la historia de Angelo Pagotto, el exportero que estaba llamado a ser mejor que Gianluigi Buffon y que acabó tirando por la borda su carrera deportiva por el simple hecho de caer en las drogas, algo que, por desgracia, ha pasado varias veces en el mundo del fútbol cuando las cosas no salen como uno quiere. Las adicciones nunca son buenas consejeras y a Pagotto le pasó especial factura el estar consumiendo cocaína durante tantos años.