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Luis Suárez y Jordi Alba cuando jugaban para el Barcelona

Luis Suárez y Jordi Alba cuando jugaban para el BarcelonaAFP7 vía Europa Press

Luis Suárez vuelve a las andadas: muerde a Jordi Alba en pleno barullo

Luis Suárez vuelve al foco de la polémica. El delantero charrúa, considerado uno de los mejores atacantes del siglo XXI, ha protagonizado nuevamente un episodio extradeportivo que no ha pasado desapercibido. A lo largo de su carrera, sus acciones fuera del reglamento le han traído más de un problema, y esta vez no ha sido la excepción.

El incidente ocurrió el pasado jueves 10 de abril, aunque no fue hasta este domingo cuando el video se viralizó en redes sociales. Inter de Miami y Los Ángeles FC se enfrentaban en los cuartos de final de la Copa de Campeones de la Concacaf. Corría el minuto 89 del partido cuando se desató una tangana entre jugadores de ambos equipos, mientras el árbitro intentaba calmar los ánimos repartiendo tarjetas.

En medio del caos, tras varios empujones e intercambios de palabras, Luis Suárez mordió la mano de su compañero Jordi Alba, justo cuando Olivier Giroud sujetaba al catalán por el cuello. Una imagen tan surrealista como desconcertante que ha dado la vuelta al mundo.

El video se ha difundido como la pólvora, desatando tanto la indignación como las carcajadas entre fans y detractores de Suárez. Aunque la imagen resulta insólita, no es la primera vez que vemos al delantero uruguayo protagonizar una acción de este tipo.

Episodios similares de Luis Suárez

El mordisco de Luis Suárez parece completamente voluntario y recuerda a aquellos que marcaron su historial. No tiene comparación con los recordados episodios ante Otman Bakkal (PSV) en 2010 (por el que fue sancionado con siete partidos), Branislav Ivanovic (Chelsea) en 2013 (con una suspensión de diez encuentros), o el más famoso, el de Giorgio Chiellini en el Mundial de 2014, que le costó cuatro meses de sanción.

Mordisco a Chiellini en el mundial

Mordisco a Chiellini en el mundial

El delantero uruguayo es reincidente, y hasta el día de hoy sigue siendo un misterio qué lo lleva a protagonizar este tipo de acciones. Sin embargo, este caso marca una diferencia: es la primera vez que el «mordido» ha sido un compañero y no un rival.

Esperemos que este tipo de comportamientos queden atrás y podamos seguir disfrutando de la mejor versión del charrúa: la del goleador letal dentro del área.

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