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Jude Bellingham, en el partido en el Emirates ante el Arsenal

Jude Bellingham, en un partido de ChampionsEFE

Bellingham se atreve con su primera entrevista en español y acaba decepcionado: «Muy mal»

Hay que aprender idiomas. Este consejo, que tantas veces se da y no siempre se cumple, debería aplicarse también en el mundo del fútbol. Es fundamental para comprender bien las indicaciones del míster, los comentarios del árbitro o incluso para acercarse a la afición y mostrar interés por el país en el que se encuentra el club. Es una señal de integración que se valora mucho, especialmente en España.

Este domingo pudimos ver la rueda de prensa del inglés Jude Bellingham. El mediocampista lleva un año en España y ya ha demostrado tener un nivel de español bastante bueno. Fueron dos minutos de entrevista en los que se le notó comprometido con la situación actual del Real Madrid.

A pesar de realizar una buena intervención, el inglés, en un gesto de humildad, terminó diciendo: «Muy malo, muy malo» ante los comentarios positivos del periodista, que lo elogiaba por su buen español.

Muchos casos contrarios

Son numerosos los casos de futbolistas que pasan años, e incluso décadas, en España sin llegar a pronunciar una sola palabra en español. Los ejemplos más conocidos son los de Dembélé o Gareth Bale, jugadores que, pese a tener un gran nivel futbolístico, parecían ajenos al entorno y cuya indiferencia, en ocasiones, resultaba dañina.

Otro caso destacado es el del japonés Takashi Inui, exjugador del Betis, que incluso en entrevistas postpartido aparecía acompañado de un traductor encargado de facilitar la comunicación con los periodistas. Este tipo de situaciones no hacen más que perjudicar la imagen del jugador, transmitiendo una falta de conexión con la cultura del país.

En España se valoran mucho los esfuerzos de los futbolistas extranjeros por aprender el idioma. Es un gesto de integración y respeto que siempre es bien recibido por la afición y los medios.

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