Pogba se emociona y rompe a llorar con la firma de su contrato con el Mónaco

La imagen deportiva que marcó este sábado fue la de Paul Pogba, desbordado por la emoción y entre lágrimas al firmar su contrato con el Mónaco. A sus 32 años, el centrocampista francés regresa al fútbol tras casi dos años de ausencia, golpeado por un positivo en un control antidopaje y lesiones que truncaron su carrera. Ahora, la Liga francesa le brinda una oportunidad de redención, con el Mundial de 2026 como gran objetivo en el horizonte. Su llegada al Mónaco promete ser un punto de inflexión para un jugador que busca recuperar su brillo.

Pogba no jugaba desde septiembre de 2023, cuando un control detectó dehidroepiandrosterona (DHEA), lo que le valió una sanción inicial de cuatro años. Tras apelar, el castigo se redujo a 18 meses, permitiéndole volver a competir desde marzo de 2025. Libre tras rescindir con la Juventus en noviembre de 2024, el francés aterriza en el Mónaco con la ilusión de relanzar su trayectoria en un entorno competitivo que le permita demostrar su valía.

Formado en clubes franceses como Rosissy-en-Brie, Torcy y Le Havre, Pogba nunca había competido en la Ligue 1. Su debut profesional fue en 2011 con el Manchester United, donde apenas sumó siete partidos antes de destacar en la Juventus, disputando 178 encuentros y anotando 34 goles. Su segunda etapa en el United, entre 2016 y 2022, dejó un registro de 226 partidos y 39 tantos, consolidándolo como un centrocampista de élite con una presencia imponente.

El Mónaco abre un nuevo capítulo para Pogba, quien carga con el peso de años turbulentos y la determinación de resurgir. Sus lágrimas al firmar reflejan la intensidad de un camino marcado por adversidades. En un club de prestigio y una liga que conoce desde su infancia, el francés enfrenta el desafío de recuperar su mejor versión. Con el Mundial de 2026 como meta, Pogba aspira a liderar a Francia y dejar atrás las sombras del pasado.