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Luis de la Fuente, en el España - Turquía

Luis de la Fuente, en el España - TurquíaEuropa Press

Luis de la Fuente rectifica y pide perdón por negarle la mano a un árbitro: «Me arrepiento, no soy así»

Luis de la Fuente se confundió el pasado martes al acabar el partido que enfrentó a España y Turquía en el estadio de La Cartuja. El seleccionador de España dejó una imagen muy comentada al negar el saludo a uno de los linieres del partido por estar disconforme con la decisión arbitral en la última jugada. Fermín López marcó gol, pero lo hizo en fuera de juego y por tanto se anuló.

Hasta aquí todo correcto. Sin embargo, el técnico de Haro reclamó una falta previa al borde del área (que existía) pero al aplicarse la ley de la ventaja dejó de existir. En cambio De la Fuente entendió que nunca hubo una ventaja real –algo cierto– y de ahí que solicitase al árbitro alemán que señalase la infracción previa. No lo hizo y el partido acabó después de que Turquía pusiese en juego el balón tras el fuera de juego.

Indignó esto al seleccionador y se fue a reprochárselo al linier. Este, que no quiso entrar en polémicas, le ofreció la mano a Luis de la Fuente, pero no la recibió de vuelta. Un feo gesto, fruto del enfado, pero que además negó. «No lo he visto», aseguró. Una explicación que cuando las imágenes de TVE evidenciaron que sí lo había visto, se vio que no era cierto. De ahí que haya terminado pidiendo disculpas.

En una charla con su amigo Juan Mesa Guerrero 'Labi Champions' en el programa La Zona 10, De la Fuente asumió el error. «No me hace sentir nada orgulloso, todo lo contrario. Quiero pedir disculpas públicamente», comenzó diciendo: «Habíamos tenido diferentes puntos de vista y tensión durante el partido. Sentí que no se había portado bien conmigo y quise mostrar ese desagrado. Me arrepiento porque ni soy así ni tendría que haberlo hecho».

Ahora sí, fiel a su personalidad, De la Fuente reconoció que ni siquiera la tensión del momento justifica su comportamiento y es consciente de que su gesto es un mal ejemplo de los valores del deporte. «En ese instante estás a muchas pulsaciones y muy caliente. Tendría que haber hablado con él, no negar el saludo. El primer avergonzado soy yo», admitió.

Finalmente, para mostrar que sus disculpas eran sinceras, el técnico reconoció que alguien en su puesto no puede permitirse un gesto así: «Tenemos una responsabilidad. Hay muchas personas que se fijan en nosotros y hay que dar una imagen a la altura de las circunstancias, no solo en lo futbolístico, también en lo humano».

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