Los jugadores del Real Madrid se sienten más señalados que nunca y quieren salvar a Xabi Alonso

Están señalados por la afición madridista. Más que nunca. Les han tomado la matrícula. Primero se 'multó' a Xabi Alonso, pero fue un error, porque el coche del Real Madrid no lo conducía él. Son siempre los jugadores los que llevan el auto. Y ahora la 'policía blanca', que suma 650 millones de personas en todo el mundo, ha puesto la mirilla en los futbolistas, porque han jugado con fuego y el que juega con fuego se quema.

Es muy arriesgado estar en el alambre y pensar que tú no te vas a caer. Vinicius se enfrentó a Xabi Alonso por ser sustituido en el clásico y aquella afrenta abrió una crisis interna que ha continuado hasta sumar tres derrotas, tres empates y dos victorias en los dos últimos meses. El publico ha puesto la diana en la plantilla. Y el equipo ha reaccionado con una virulencia positiva que si la hubieran tenido hace dos meses no estaríamos hablando de esto.

Mejor tarde que nunca, dice el refrán. Pero en este mundo de fútbol quizá sea tarde. El grupo espera que no.

El ambiente que se vive ahora en Valdebebas es muy positivo, un aura de transmisión de confianza, de estar todos a una. Los profesionales que trabajan en Valdebebas diariamente habrían deseado tener este hábitat hace cuatro meses. ¿Mejor tarde que nunca? Eso desean confirmar los jugadores. Expresan que «vamos a ganar» en Mendizorroza con una convicción antes no vista. Pretenden salir de la crisis con una rotundidad de carácter que era necesaria. Hablan en el vestuario de tomar un nuevo rumbo, el de la tranquilidad y la seguridad en sí mismos.

La plantilla sabe que está señalada, más que el técnico, y ha despertado. Apuestan cien por cien para ganar en Vitoria y acabar con esas metralletas que antes apuntaban solo a Xabi y ahora les apuntan a todos ellos.

La guarda pretoriana se impone

Mbappé, Carreras, Tchouaméni, Asencio, Rodrygo, Carvajal, Trent, Militao, Rüdiger y Courtois forman la guardia pretoriana que siempre estuvo al lado del entrenador. Disciplinados en defensa del Real Madrid contra viento y marea. Dándolo todo. Fueron ellos quienes antes y después de los últimos partidos dijeron claramente que la culpa de la situación del Real Madrid era de los futbolistas y no del entrenador. No podían decir que la culpa era de algunos jugadores y por eso generalizaban.

Valverde y Bellingham, que tuvieron disparidad de criterios con el técnico hace tiempo, se subieron al carro de «salvad al soldado Xabi» cuando analizaron que era injusto lo que estaba lo sucediendo. El plantel había puesto al preparador a los pies de los caballos y era cierto que no estaban jugando con intensidad, como adujo Tchouaméni. Esto no podía ser.

El propio Valverde añadió que no defendían todos ni coordinadamente. Sí lo hicieron en Grecia ante el Olympiakos. Y en San Mamés. No podían continuar así. Porque ahora la crisis les ha estallado en sus botas y son ellos y solo ellos los que deben sacar al Real Madrid de esta crisis y sacar al jefe del banquillo del paredón.

Es tal el ambiente en Valdebebas que se nota un compromiso en el grupo que antes no era tan visible ni unitario. Ahora se siente esta unidad porque todos se sienten acusados y son los culpables de estos malos resultados. Y Xabi será el que pague los platos rotos si se pierde en Vitoria. Será el primero en pagar la crisis. Luego la pagarán media docena de futbolistas. Y lo saben. La plantilla está unida para ganar y está convencida del triunfo a pesar de las diez bajas.

Hay un aire de confianza porque se observan fortalezas que hacen falta en un equipo. Se demuestran afinidades de los líderes que dan ejemplo a los demás. Pasos adelante de algunos referentes que son necesarios y que el grupo debe valorar. Pasen y lean.

Kylian Mbappé está haciendo todo lo posible por jugar y ahora mismo el pronóstico es positivo para que pueda tener minutos en Vitoria. El francés es el gran valedor del entrenador y quiere estar en la pelea, disputar una jornada de Liga que es una final por muchas razones. La victoria puede cambiar el rumbo del Real Madrid y la situación de su técnico.

El otro estandarte que ha dicho «aquí estoy yo» es Federico Valverde. El uruguayo está lesionado, sufre fatiga muscular, pero ha pedido jugar. Le ha dicho a Xabi Alonso que desea estar en el once y ayudar al equipo en esta situación crítica. Comienzan a surgir brotes verdes de conectividad y futuro tras meses de crispación. Estas muestras de compromiso son muy importantes después de un tiempo de zozobra ¿Será tarde? El equipo manifiesta que no. Quieren que Xabi siga y comenzar una progresión total.