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25 de abril de 2024

Los jugadores del Barcelona con rostro serio al final del partido

Los jugadores del Barcelona con rostro serio al final del partidoAFP

Las razones del segundo gran fracaso en Champions del Barcelona

Salvo milagro, será el segundo año consecutivo en el que caen en la primera ronda de la Copa de Europa

El FC Barcelona ha vuelto a firmar un capítulo negro en su historia. Parecía que la andadura del equipo azulgrana en Liga de Campeones sería diferente esta temporada después de la gran inversión que hizo el club con las famosas palancas de Laporta. Los fichajes millonarios y un gran inicio en LaLiga hacían pensar a cualquier aficionado que el Barcelona había vuelto. Pero nada más lejos de la realidad: están al borde, a falta de un milagro que se antoja imposible, de volver a caer en la primera fase de la Champions League. Lo del año pasado no fue un accidente, esta temporada se repite.
El equipo dirigido por Xavi ha tardado solo un mes en tirar gran parte de la temporada por la borda. La tempranera eliminación en Champions -que se confirmará con algo que se espera que ocurra, que el Inter gane en su campo al débil Viktoria Plzen- no entraba en los planes de nadie y ahora el club tendrá difícil hacer frente a toda la inversión que ha hecho este año, pues el Barcelona ha hipotecado su futuro para conseguir éxitos recientes, algo que ya esta temporada parece muy complicado. Ya que aunque termine ganando LaLiga el dinero que ingresará por su participación en la máxima competición continental no será suficiente para compensar todo el gasto en los fichajes.
Es evidente que la obligación de ganar ha superado al Barcelona. Una inversión tan fuerte pero con tantos objetivos que cumplir sí o sí ha generado demasiada ansiedad a un equipo que ante el Inter estuvo desordenado y con muchos problemas defensivos. Algo que resulta sorprendente, pues mientras en el campeonato liguero es el conjunto menos goleado con solo un gol en ocho jornadas, en Europa ha encajado ocho tantos en cinco partidos, unos datos que hacen que sea muy difícil rendir en Champions.
Pero estos problemas defensivos del equipo van ligados a la mala preparación física. Ni Koundé ni Araujo ni Christensen estaban disponibles para disputar el que hasta ahora era el partido más importante del curso. El Barcelona se la jugó con Piqué, que está en un mal momento futbolístico, y con Eric García, un jugador que probablemente tenga más nombre del que merece. Los dos naufragaron, especialmente el primero, que salió muy señalado del Camp Nou. La afición le llegó a pitar. La plaga de lesiones ha llegado en el momento más inoportuno y el cuerpo técnico debería haber hecho hincapié en ese aspecto desde el primer día.
Precisamente en el cuerpo técnico está el gran problema del Barcelona. Xavi aterrizó en el club el pasado mes de noviembre prometiendo resultados, buen juego y recuperar la cantera. Hasta el momento no ha logrado ninguna. Los aires de superioridad que lleva el técnico de Tarrasa están pasando factura al equipo, pues Xavi no es Guardiola y de momento ni se le acerca. Lo cierto es que la fecha el actual entrenador del Barcelona es uno de los que peor porcentaje de victorias tiene de la historia del club y las excusas de la plantilla ya no valen: este Barça está lleno de estrellas pero juega con una idea que ya caducó hace años.

Un equipo previsible

El equipo azulgrana carece de ideas, tiene mucha pelota pero no le sirve de nada. Hasta la fecha el Barcelona ha vivido de la inspiración de Lewandowski. Cuando el polaco está fino el equipo golea, en cambio, cuando él no tiene el día como le ocurrió ante el Celta o el Bayern se ven todas las carencias en el juego. Este Barcelona depende mucho de su estrella y en Europa con eso no es suficiente. Por las bandas le acompaña el eléctrico Dembélé y el millonario -porque así fue su fichaje- Raphinha. Al francés sí se le ve enchufado, al brasileño aún se le espera. Y si llega su mejor versión será ya demasiado tarde, valdrá únicamente para la Europa League.
De todos modos, el Barcelona tiene una plantilla espectacular y es de esperar que todo acabe funcionando mucho mejor. La pregunta es si eso llegará a tiempo, pues el equipo presidido por Joan Laporta ha hipotecado todo su futuro para conseguir éxitos a corto plazo y eso ahora mismo no se está dando. Ya prácticamente fuera de la Champions salvo milagro, lo normal sería que el Barcelona tuviese que vender alguno de sus jugadores, pues esta temporada el equipo tendrá perdidas ya que sin el dinero de la Liga de Campeones el club catalán ingresará mucho menos dinero del que tenía en mente la directiva, que esperaba como mínimo llegar a los cuartos de final de dicha competición.
Piqué ha condenado al Barcelona con sus fallos

Piqué ha condenado al Barcelona con sus fallosAFP

Ahora el futuro del Barcelona pasa por hacerse fuerte en LaLiga y tratar de al menos llevarse el campeonato nacional esta temporada. Sería un éxito, ya que todo título lo es, pero la herida de la Champions queda abierta al ser el segundo año consecutivo que es incapaz de pasar de primera ronda, cayendo así rebotado a la Europa League. Es algo impensable eso para cualquier gran equipo del continente. Aún con todo ello, este domingo tiene su primer gran examen y una derrota en el Bernabéu no sentaría nada bien en el club, pues ahora mismo al Barcelona solo le queda una bala para salvar la temporada.
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