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05 de mayo de 2024

Lewandowski marcó uno de los tres goles de la victoria del Barça al Betis

Lewandowski, en una imagen de la temporada pasadaAFP

Un Barça de veteranos ante el fiasco de la juventud

El equipo catalán ha apostado por incorporar jugadores ya contrastados en Europa en vez de arriesgar con jóvenes promesas

El Barcelona está viviendo unos años bastante complicados. El equipo dirigido por Joan Laporta sigue inmerso en una gran crisis económica que le está dificultando mucho llevar a cabo el proyecto deportivo que les gustaría. La mala gestión realizada años atrás y el despilfarro económico han provocado que ahora la planificación se deba hacer un poco sobre la marcha y haciendo constantes malabares con los números para cuadrar las cuentas.
A lo largo de estas temporadas tan complejas para el Barça, el club ha buscado diferentes formas para fichar, algo que consiguió activando las ya famosas palancas del pasado año. Por un lado, en el Barça optaron por jóvenes prometedores que pudiesen alcanzar mucho más valor jugando en su equipo aunque también han ido incorporando veteranos a coste cero o a un precio asequible que les asegurase un resultado inmediato.
En cambio, la realidad para el Barcelona es que la mayoría de sus desembolsos por jóvenes jugadores no les han salido como esperaban. Ferrán Torres, Pablo Torre, Eric García, Sergiño Dest, Emerson Royal, Trincão y Todibo son algunas de las apuestas que hizo el Barça para rejuvenecer su plantilla y por el momento la mayoría han ido mucho peor de lo esperado.
Únicamente Pedri, que llegó por 17,5 millones de euros, ha sido un acierto para el Barcelona. El valor de mercado del jugador canario en estos momentos es de 100 millones y su rendimiento en el campo ha justificado la inversión que hizo el Barcelona por un jugador que era totalmente desconocido antes de aterrizar en la Ciudad Condal.
Pedri, en una imagen de la temporada pasada

Pedri, en una imagen de la temporada pasadaGTRES

El resto de jugadores no han justificado en absoluto la inversión y hay casos preocupantes como por ejemplo el de Ferrán Torres, al que compraron por 55 millones y ahora está valorado en 30, o el de Trincão, al que compraron por algo más de 30 millones como una de las nuevas estrellas del fútbol portugués y terminaron prácticamente regalándoselo al Sporting de Portugal.

Apuesta por jugadores veteranos

Durante estos años de crisis, el Barcelona también ha fichado jugadores ya contrastados en Europa, como son Lewandowski, Gündogan o Íñigo Martínez. El primero de ellos, lo hicieron por 40 millones, quizás un poco caro teniendo en cuenta que sus mejores años ya los dio, mientras que los dos últimos han llegado a coste cero y, a pesar de su edad, son una garantía para competir al primer nivel.
También ha habido otros fichajes libres como el de Marcos Alonso, Héctor Bellerín (que ya no está) o Franck Kessié, que no le han dado tan buen rendimiento al club, aunque se espera que los dos que todavía pertenecen a la plantilla sigan el año que viene en el equipo y lo cierto es que son jugadores bastante aprovechables.
Gundogan posa con la camiseta del Barça

Gundogan posa con la camiseta del BarçaFC Barcelona

Por último, hay que destacar la incorporación de Andreas Christensen, un jugador del que no se esperaba demasiado –no era indiscutible en el Chelsea– y que se ha terminado convirtiendo en parte fundamental de la zaga azulgrana. El danés llegó a coste cero y demuestra que el Barcelona se está haciendo fuerte en este tipo de incorporaciones.
Estos fichajes no suponen demasiado riesgo para una economía tan delicada como la azulgrana. Ninguno de ellos firma por muchos años, y aunque también ha habido decepciones (Depay o Agüero), lo cierto es que es en esta política de incorporaciones en la única que está acertando. El Barça está sabiendo aprovechar lo atractiva que resulta la opción de jugar en un club con tanta historia para muchos futbolistas y eso le está permitiendo competir con garantías a nivel nacional.

Luces y sombras

De todos modos, la mayoría de estos fichajes son parches, ya que en el Barcelona no existe proyecto de futuro. Más allá de Balde, Araujo, Pedri y Gavi, la mayoría son jugadores con los que no se cuenta a largo plazo, ya sea porque están cerca de la retirada, o simplemente porque se considera que no tienen el nivel suficiente para competir en Europa, como pasa con Ansu Fati o Raphinha.
Por eso sorprende tanto que la gran obsesión de Laporta fuese traer a Messi de vuelta, lo que significaba seguir hipotecando el club, y no gastar el poco dinero que tienen en caja en incorporar algún futbolista con proyección y que les sirva para dar ese salto competitivo que llevan pidiendo a gritos desde hacer más de cinco años.

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