El Atlético de Madrid mantiene su buena racha y aplasta al Valladolid con un recital de fútbol

El Atlético de Madrid está en el mejor momento de la temporada. Eso es evidente. El fútbol les sale solo y llevan siete victorias seguidas, lo que indica que también quieren pelear la liga. Los colchoneros pasaron el rodillo en el Zorrilla y volvieron a demostrar que jugando con confianza son un equipo muy competitivo (0-4).

El Atlético de Madrid saltó al césped del José Zorrilla sabiendo que una victoria les serviría para apretar aún más la parte alta de la clasificación. Los colchoneros sabían que tenían que aprovechar el pinchazo del Barcelona y salieron con esa intención.

Enfrente estaba el Real Valladolid, un rival que necesitaba la victoria como el comer. Los pucelanos, colistas de la categoría, eran conscientes de que un triunfo les serviría para calmar un poco los ánimos y que les daría bastante oxígeno.

En los primeros minutos del encuentro hubo bastante igualdad. La posesión estuvo muy repartida. Pero a partir del minuto 20 todo cambió. El Atlético dio un paso adelante y metió una marcha más para tratar de marcar el primer gol de la noche. El 0-1 llegó en el 26'. Julián Álvarez se asoció con Marcos Llorente por la derecha, el español avanzó sin oposición y puso un centro raso al área que Lenglet remató libre de marca.

Ese gol le dio confianza al conjunto colchonero, que en apenas 10 minutos dejó el triunfo encarrilado. En el 35', Julián Álvarez anotó el 0-2. El argentino aprovechó un balón suelto que dejó Karl Hein tras detener un primer disparo a Griezmann y lo mandó al fondo de las mallas.

Dos minutos después del tanto del '19', Rodri de Paul puso su firma. Javi Galán campó a sus anchas por la izquierda, colgó un centro que Griezmann dejó pasar y De Paul remató a placer para batir a Hein y dejar el encuentro sentenciado. El Zorrilla expresó su malestar y dejó claro que no le estaba gustando nada la actuación de su equipo. La crispación era más que evidente y se empezaron a escuchar cánticos en contra de Ronaldo Nazario (propietario del club pucelano).

El Atleti se pudo ir al descanso con un 0-4 que hubiera sido demoledor. José María Giménez mandó el balón a la red, pero un fuera de juego en una acción previa anuló el tanto de cabeza del central uruguayo. Aun así, algunos aficionados del conjunto blanquivioleta abandonaron el Zorrilla. Así se llegó al intermedio.

El Atlético sigue a lo suyo

Con el encuentro sentenciado, el Atlético tenía dos opciones: seguir marcando goles o bajar el ritmo y cederle el balón al Valladolid. En los primeros minutos se vio a un conjunto pucelano algo más lúcido con la pelota, pero la sensación era que el conjunto colchonero iba a seguir haciendo daño.

En el 52', Antoine Griezmann sacó la varita mágica y se inventó un golazo tremendo que hasta el José Zorrilla tuvo que aplaudir. El francés aprovechó un buen pase de Julián, lo orientó de tacón y la picó ligeramente por encima de Hein. El Valladolid estaba absolutamente desnortado. Nadie animaba, se escuchaba más a los seguidores rojiblancos ubicados en la grada visitante y la afición local se tomaba todo con ironía.

El 0-4 fue suficiente para empezar a hacer cambios. El 'Cholo' Simeone no se la quiso jugar y mandó al banquillo a los titulares para darle minutos a los suplentes. Koke, Sorloth y Ángel Correa entraron al campo en el 64' por De Paul, Griezmann y Julián Álvarez.

Con el partido ya resuelto, el Atleti bajó la intensidad. Era lógico. La victoria estaba asegurada y no había que forzar las cosas. Por eso mismo, el equipo de Pezzolano tuvo algo más el balón en la recta final del encuentro. El problema es que los pucelanos no encontraban la forma de darle trabajo a Jan Oblak. Tampoco estaban haciendo mucho por conseguirlo, las cosas como son. Lo que sí llegó fue el 0-5. Sorloth recibió un pase de la muerte de Correa y cerró la goleada. En resumen, gran victoria del Atlético de Madrid, que se coloca con 32 puntos y se queda a dos del Barcelona y uno por encima del Madrid con dos partidos menos.