Xabi Alonso reflexiona en el banquillo del Santiago Bernabéu
Xabi Alonso redefine su sistema: dos pivotes y una línea de tres en la parte ofensiva
Para el entrenador era clave apuntalar el núcleo central, Valverde y Tchouaméni como muro y Güler en la creación ofensiva, y lo ha conseguido
El retorno paulatino de Bellingham provocará una competencia entre Güler y Mastantuono por el puesto derecho del triunvirato de ataque, con Mbappé como único punta puro
Director de orquesta como jugador, para Xabi Alonso era fundamental definir cuanto antes del centro del campo del Real Madrid para organizar la estrategia de creación y la táctica de destrucción. El guipuzcoano fue la extensión en el campo de Mourinho y de Ancelotti durante un lustro. Convertido en técnico, lo primordial para él siempre fue encontrar quién era su extensión en el césped. Un objetivo sideral en su formación estructural de un equipo que no era nada fácil en el Real Madrid, tras el adiós de sus dos iconos, Kroos y Modric, que lo abarcaron todo durante doce años. Finalmente, Alonso eligió a Güler. El turco es el timonel de la nave. Y su jefe trabaja especialmente con él para enseñarle toda su sabiduría y transmitírsela en un intento de formarle tan joven como responsable de un barco tan difícil como es el Real Madrid, al que atacan aguas turbulentas por todos los sitios por los que quiere navegar.
Xabi es de los preparadores que piensa que el dueño intelectual de un plantel debe adaptar su sistema a los hombres que tiene y no al revés. Y es lo que ha hecho. Arda Güler es el timón y Valverde y Tchouaméni son su parapeto, sus protectores, el muro de contención para robar la pelota y comenzar la fase ofensiva. Este trío de futbolistas ha redefinido su esquema de juego, su ideario. Su libreto madridista. El vasco aplica un sistema de dos medios centro y tres medias punta, con Güler en el corazón de la creación. Su estrategia es el 1-4-2-3-1.
La idea es que Valverde y Tchouaméni presionen para frenar la mayoría de los ataques del rival. Y este punto de partida tiene variantes personales. Alonso otorga diferentes misiones al uruguayo y al francés. Desea que Federico suba al ataque y saque su potente disparo siempre que pueda, mientras Tchouaméni permanecerá normalmente atrás para cortar y tocar en corto a Güler, Mastantuono, Vinicius o a los laterales. Aurelien es el epicentro del proyecto, el salvavidas, debe estar siempre en el eje de todo. Solo ascenderá hacia el área enemiga en las acciones a balón parado o cuando encuentre un pasillo y Valverde tape sus espaldas.
Esta pared francouruguaya protege a Güler para que muestre todo su talento y se dedique a dar pases mágicos. Ya dijo Toni Kroos, que sabe algo de este negocio, que este chico tiene alma. Regatea cuando parece que va a disparar. Y dispara cuando parece que va a realizar una finta. Xabi pretende sacar todo el talento de esa tetera turca tan nuevecita, recién estrenada, procedente de Estambul.
El tronco está definido, solo cambian las ramas
El jefe supremo del plantel sabía que debía tener todo atado y bien atado muy pronto, porque el Real Madrid no puede esperar, y ha dibujado el ángulo troncal de su equipo madre: Courtois en la meta, Huijsen como comandante de retaguardia, Valverde y Tchouaméni como ejes, Güler en el centro de la construcción y Mbappé para rematar el proyecto.
Si se dan cuenta, los seis han disputado todos los partidos de Liga. Ya eran prácticamente el pasillo de seguridad desde el Mundial de Clubes y ahora esa columna vertebral de seis jugadores se ha consolidado. Las otras posiciones son ramas habituales de rotación, aunque el técnico se ha encontrado con un Álvaro Carreras que se ha erigido en un séptimo puntal gracias a un rendimiento tan sobresaliente que no ha permitido que nadie le releve. Fran García, excelente lateral izquierdo en el Mundial de Clubes, le sustituirá pronto, porque el reparto de esfuerzos se tornará imprescindible cuando la competición quede sumergida en el ritmo de un partido cada tres días. Esa inmersión comienza el sábado con la visita a Anoeta.
Bellingham moverá las fichas, nunca el sistema
La cercana reaparición de Jude Bellingham provocará movimiento de nombres en la alineación, pero es importante subrayar que ningún futbolista cambiará el esquema 1-4-2-3-1. Una estrategia que es intocable, impermeable, porque lo aguanta todo. Una literatura táctica que es indiscutible porque el flanco derecho de la línea de tres medias punta permite que en ese puesto entre un hombre de perfil ofensivo (Mastantuono, Brahim, Gonzalo), o un centrocampista (Güler, Camavinga, Ceballos, Valverde), según las necesidades de cada encuentro. El 1-4-2-3-1 es inamovible porque asimila en su idea todas las variantes estratégicas que otorgan las cualidades de uno u otro jugador, de esos siete perfiles. Y es fundamental recordar que con Alonso todos deben defender, no hay delanteros exentos de trabajo.
El inglés ha comenzado a trabajar con el grupo en Valdebebas y se espera su retorno al once este mismo mes. El técnico no arriesgará, ya que el equipo funciona bien y no siente urgencias, nueve puntos de nueve, pero es incuestionable que el británico moverá las sillas personales del esquema intocable.
El regreso de Bellingham afectará directamente a Güler, Mastantuono y Brahim. Consolidado el grupeto central con Valverde y Tchouaméni como medios centro, lo lógico es que Bellingham juegue en el centro de la línea de creación. Alonso le ha dicho a Jude que desea que sea más centrocampista y construya fútbol. Esa apuesta significa que el inglés puede ocupar el sitio de Güler. La disyuntiva será entonces si el turco pasará a la derecha y quitará el puesto en el once a Mastantuono. De la misma manera, Bellingham podría jugar por la derecha y sentar inicialmente al argentino, dejando a Arda en el centro de construcción. Son las dos opciones racionales.
Está claro que en todo caso Güler y Mastantuono van a continuar siendo protagonistas y entrarán en una rotación constante en esas dos posiciones, porque son titulares para Alonso y lo continuarán siendo tanto si entran en el once desde el primer minuto o en el segundo tiempo. Como también serán titulares Carvajal, Rodrygo y Brahim aunque participen en los segundos actos. Todos son actores principales.
El corrimiento de sillas se activará igualmente con el regreso de Camavinga, que también se ha integrado al trabajo con el plantel a las órdenes directas de Xabi. Eduardo será indistintamente el relevo de Tchouaméni, de Valverde, de Güler y de Mastantuono. Podrá jugar en las cuatro posiciones. Suscitará aún una mayor competencia, más movimientos de sillas particulares, pero siempre en un mismo sistema innegociable.