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25 de abril de 2024

El gesto de rabia de Nadal en su estreno en Wimbledon

El gesto de rabia de Nadal en su estreno en WimbledonEFE

El Rafa Nadal más sufrido aguanta a Cerúndolo y supera la trampa del estreno en Wimbledon

El tenista español sufre mucho tras ganar los dos primeros sets y acaba resurgiendo en la cuarta manga cuando todo parecía perdido (4-6, 3-6, 6-3 y 4-6)

La expectación era máxima. No era para menos. Otra vez Nadal en Wimbledon. Parecía que no se volvería a ver nunca más, pero ahí está el español, regateando a sus molestias, regateando a lo establecido. Rafa otra vez sobre la hierba en Londres. La gente era feliz. No tanto Nadal, que aunque ganó en cuatro sets al argentino Francisco Cerúndolo (4-6, 3-6, 6-3 y 4-6) sufrió de lo lindo, especialmente tras la tercera manga. Las dos primeras fueron un festín, después la cosa se complicó.
El estreno de Nadal en Wimbledon no fue ni mucho menos fácil, pese a que su rival era un desconocido Francisco Cerúndolo. Este número 41 del mundo dio mucha guerra, especialmente en el tercer y cuarto set cuando soñó incluso con el milagro. Quizá se pregunte cómo pudo perder la cuarta manga cuando con 4-2 tenía a Nadal en la lona. Pero es Nadal. Eso sí, el sufrimiento fue notorio. Ya se sabe que aquí no hay nada escrito, díganselo a Alcaraz que sufrió de lo lindo para derrotar al 155 del ranking ATP.
Tras unos primeros puntos en los que se le vio nervioso, quizá superado por la grandeza de enfrentarse a Nadal, el argentino se fue acomodando en la central de Londres y respondió bien al favoritismo de Rafa. 55 minutos duró una primera manga que tuvo un momento clave: con 4-4 Cerúndolo tuvo hasta tres bolas de break. Las tres la salvó un Nadal que esa situación límite le dio más fuerza. Pasó de verse por detrás a falta de un juego con servicio del argentino a cerrar él el set (4-6) con un break firmado con una de esas. Le costó muchísimo.

El segundo set, más cómodo

Con muchas peticiones de ojo de halcón y algún que otro rebalón de Nadal, el segundo set cogió el ritmo que el primero. A Cerúndolo le entró vértigo ponerse por delante y nuevamente desperdició otro break con 2-2. Jugaba Nadal largo, sin prisa, esperando el fallo del argentino. Los había de vez en cuando, especialmente en los juegos que duraban mucho, que hubo varios. Así fue por ejemplo como se puso 2-4 Nadal, porque le hizo una rotura ante el nerviosismo de su rival. Cometió algún error no forzado propio de la inexperiencia en estos partidos.
Rafa Nadal, sobre el césped de Wimbledon, tras sufrir un resbalón.

Rafa Nadal, sobre el césped de Wimbledon, tras sufrir un resbalón.AFP

Cerúndolo fue símbolo de pundonor, pero siempre se quedó al borde de todo. Hubo juegos que remontaba hasta un 40-0, pero acababa cediendo en los momentos vitales, en esos en los que no solo se juega con la raqueta, sino también con la cabeza. A su saque salvó Cerúndolo dos bolas de set para aplazar una derrota que llegó pocos minutos después, pero que vendió más cara de lo esperado (3-6). Nadal ahí ya encarrilaba el partido.

Cerúndolo tiene su premio

Jugaba bien el joven argentino pero no podía ocultar los nervios de tener a un jugador tan grande delante. Perdió su saque con 1-1, pero su pelea fue premiada con un break a Nadal con juego en blanco. El público también aplaudió el buen tenis mostrado por Cerúndolo. Fue un muy digno rival.
Francisco Cerúndolo, rival de Nadal en primera ronda.

Francisco Cerúndolo, rival de Nadal en primera ronda.AFP

Por eso se mereció ganar la tercera manga (6-3), esa en la que superó todos su miedos al ir más al ataque ante el Nadal más irregular, notando ya el cansancio. Jugó el argentino mejor al resto y especialmente en la red, donde apenas falló en este set cuando antes había estado muy desacertado en ese aspecto. Ahí creyó que el milagro era posible.

Nadal, cansado, bordea el KO

Con 1-1 en el cuarto set Nadal vivió el momento más limite de su estreno sobre la hierba de Londres. Estaba crecido el argentino, que se inventó en ese momento el mejor punto del encuentro. Devolvía todas las bolas y le hizo un break en un juego agónico que duró más de 10 minutos. Desperdició el argentino hasta cuatro bolas antes, pero a la quinta lo consiguió. Nadal estaba totalmente cansado. El gesto del español era de mucho sufrimiento, no disfrutaba nada.
Se puedo comprobar en el siguiente juego, donde el manacorí fue el que tuvo dos oportunidad de romper el saque de su rival y no lo aprovechó. Estaba muy fallón y acumuló juegos al límite de la electrocución. Fue el peor Nadal en mucho tiempo. Entró en barrena y ganar su saque le costaba muchísimo, salvando hasta cuatro bolas de rotura con 3-1 para Cerúndolo, que no tuvo complicación a su servicio. El argentino estaba fresquísimo tras más de tres horas de partido.

Resurge Nadal para pasar de ronda

Pero todo cambió. Nadal resurgió. Cómo no iba a resurgir Rafa. ¿La razón? Imposible de explicar. En un minuto pasó de la noche al día, de estar KO a ganar el partido. Cuando peor estaba, con 4-2 abajo, logró sacar más cómodo su servicio y lanzó un grito de rabia sacando el puño. El grito fue más grito que nunca. La realización de Wimbledon disfrutó con ello dando varios planos. Todo había cambiado.
Nadal ganó los dos siguientes juegos en blanco, primero al servicio de Cerúndolo (4-4) y después al suyo (4-5) y ya en el último, a saque del argentino, se llevó el set (4-6) y el partido. Cambió todo en minutos y de la forma más increíble. Es Nadal, ahí está la explicación.
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