
Tatjana Maria festejando su pase a semifinales de Wimbledon
Madre de dos hijas, número 103 del mundo y en semifinales de Wimbledon
Tatjana Maria disputará este jueves sus primeras semifinales de Grand Slam y aspira a convertirse en la segunda tenista que tras ser madre gana Wimbledon
Pocas veces en el mundo del tenis se cuenta una historia como la de la alemana Tatjana Maria. La número 103 del mundo ha vuelto dos veces al circuito tras haber sido madre. Tiene dos niñas, Charlotte, de ocho años, y Cecilia, de tan solo uno. El padre, Charles-Edouard, es su marido y además entrenador.
La alemana se encuentra ante una oportunidad histórica e inesperada, pues nunca había superado la tercera ronda en un Grand Slam y antes de Wimbledon encadenaba diez derrotas consecutivas en estos torneos.
El título no parece imposible
Su nombre figura ya entre autenticas leyendas de la raqueta como Serena Williams o Victoria Azarenka, por ser la sexta mujer mayor de 34 años en llegar a semifinales. Ahora, aspira a convertirse en la segunda ganadora de Wimbledon, después de haber tenido hijos. Solamente Evonne Goolagong lo ha logrado.
Para ella lo más importante en su vida es su marido y sus hijas y así lo asegura en cada rueda de prensa: «Hacemos todo lo posible para mantener a la familia unida, eso es lo más importante para nosotros. Mi carrera y su carrera son la misma carrera, es como si fuera un negocio familiar»
Los tres viajan a los torneos con Tatjana y son su gran apoyo durante la competición. De hecho, cuando le preguntan por los cambios en su vida tras ser madre ella deja claro que está feliz y que es su prioridad número uno: «Después de esta rueda de prensa saldré y pasaré tiempo con mis hijas. Le cambiaré los pañales y seguiré mi vida normal. Me enorgullece ser madre, ha sido el momento más importante de mi vida».
Tatjana es un caso único en el circuito WTA y no solamente por el hecho de ser madre. Es una jugadora con un estilo diferente al que predomina actualmente en el tenis femenino, donde cada vez se juega con tiros más potentes y se ha convertido en un deporte mucho más físico.
Sin embargo, la alemana se aleja mucho de ese juego. Ella utiliza la colocación, los golpes cortados y las subidas a la red para tratar de vencer a sus oponentes. Siendo un juego incómodo para sus rivales al no estar acostumbradas a ese tipo de tenis.
Además, después de su primera hija cambió su golpe de revés de dos manos a una. Es de los pocas tenistas que golpea de esta forma el revés y para ella es como si llevara ejecutándolo así desde siempre: «Anteriormente, jugaba constantemente el revés cortado. Tenía un golpe de revés a dos manos, pero casi no lo utilizaba. Cuando regresé después de ser madre por primera vez, muchas personas no recordaban que lo golpeaba así. Tenía el cortado en mi arsenal, también tenía el juego de pies para hacer el revés a una mano, así que ahora lo hago así y siento como si lo hubiera hecho toda mi vida».
Me enorgullece ser madre, ha sido el momento más importante de mi vidaTenista
Este jueves se enfrentará en la Pista Central a la gran favorita para hacerse con el título, la tunecina Ons Jabeur. Tatjana sabe que no tiene nada que perder y buscará un billete para la final y continuar con el sueño de convertirse en la segunda madre ganadora de Wimbledon. No parece que vaya a ser sencillo, pero esta madre ya ha demostrado que es capaz de lograr cualquier cosa.