El regalo que le ha hecho Sinner a Alcaraz y que le deja a tiro acabar el año como número uno

Carlos Alcaraz salió de Nueva York sabiendo que dependía de sí mismo acabar el año como número uno del mundo. El título conseguido en la 'Gran Manzana' le sirvió para sumar un total de 1.950 puntos y regresar a la cima del tenis mundial.

El murciano completó el verano perfecto con la consecución de su sexto Grand Slam con tan solo 22 años y regresó a España con un botín de 2.950, lo que le sirvió para dejar a Sinner a 760 de distancia.

Tras el US Open, Alcaraz reapareció de manera oficial en el ATP 500 de Tokio, torneo que también ganó a pesar de tener que competir con un esguince de tobillo desde el primer día, cuando se enfrentó al argentino Sebastián Báez e hizo saltar las alarmas.

Paralelamente, Sinner triunfó en el ATP 500 de Pekín, torneo en el que había quedado subcampeón el año anterior (contra Alcaraz), sumó 170 puntos y aterrizó en Shanghái, la segunda ciudad más poblada de China, con ganas de revalidar el título conseguido en 2024 y meter aún más presión a Carlos Alcaraz.

Y el miedo fue aún mayor cuando el de El Palmar decidió causar baja del penúltimo Masters 1000 de la temporada por molestias físicas en el tobillo. El murciano iba a perder los 200 puntos que logró en 2024 y Sinner se le presentó una oportunidad inmejorable para quedarse aún más cerca de su gran rival en el ranking.

El italiano lo tenía todo a favor y respiró al saber que Alcaraz no iba a estar en la parte alta del cuadro. Sin embargo, el calor reventó todas sus aspiraciones. El de San Cándido superó sin problemas su debut ante el alemán Altmaier, al que ganó por doble 6-3. Pero en su segundo encuentro ante el neerlandés Griekspoor, el sobreesfuerzo y la humedad le dejaron K.O y Jannik se vio obligado a abandonar dejando una imagen poco habitual. Se fue de la pista acalambrado y necesitando de la ayuda de los médicos.

Por lo tanto, se puede afirmar que la retirada de Sinner le ha venido de lujo a Carlitos en su pelea particular por acabar el año 2025 como número uno del mundo. El italiano le ha hecho un regalo al español y Alcaraz está dispuesto a aprovecharlo.

El de El Palmar jugará, si nada se lo impide, el Masters 1000 de París y para asegurarse acabar el año como número uno del mundo tan solo tiene que llegar a la final. Alcaraz sólo defiende 300 puntos de aquí a final de temporada y Sinner 1.500, los que consiguió al ganar las ATP Finals de Turín.

Por lo tanto, Carlitos lo tiene todo de cara. Y conociendo su hambre competitiva, va a intentar ganar los títulos de París y Turín para sumar 2.500 puntos más. Pero, como decimos, para asegurarse el número uno le bastaría con llegar al partido definitivo en la capital gala. Algo que podría lograr perfectamente, debido a que ya sabe lo que significa ganar en superficie indoor.

El pupilo de Juan Carlos Ferrero y Samuel López se garantizaría los 11.690 puntos con la final en la capital francesa mientras que en el segundo de esos casos llegaría, como mínimo, a los 11.640 y el tope potencial del actual número 2 es de 11.500 al término de este 2025.

«Está siendo una gran temporada hasta ahora, la mejor mía, de lejos, sin duda: ocho títulos, diez finales, demuestran lo duro que he trabajado para experimentar estos momentos y conseguir mis objetivos desde el inicio del año, que no empezó muy bien, sufriendo mental y emocionalmente. Mirando hacia atrás, ver cómo reaccioné es para estar muy orgulloso de mí mismo y de la gente que me ha ayudado a estar en esta posición ahora. Quedan algunos torneos, pero estoy muy satisfecho», dijo el murciano al ganar en Tokio.

Así que Alcaraz lo tiene todo de cara. Tan sólo una debacle le podría dejar sin el privilegio de ser el mejor tenista del mundo. Y teniendo en cuenta los puntos que defiende, el murciano sólo puede ir, si nada se tuerce, a mejor. Porque en París sumó 100 puntos el año pasado (perdió en octavos ante el francés Ugo Humbert) y en las ATP Finals consiguió 200 (cayó eliminado en la fase de grupos, la cual disputó en malas condiciones).