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25 de abril de 2024

Abdelmadjid Tebboune, presidente de Argelia

Abdelmadjid Tebboune, presidente de ArgeliaEFE

Conflicto con Marruecos por el Sáhara

La alianza entre Rusia y Argelia podría poner en riesgo el suministro de gas a España

El conflicto entre Marruecos y Argelia podría estallar por la presión de EE.UU. y Rusia en Ucrania. España recibe el 40 % del gas de Argel y mantiene más de 300 proyectos en el país del norte de África

Argelia, principal suministrador de gas a España, vive su particular crisis con Marruecos a costa del control del Sáhara Occidental. La tensión que –durante los últimos meses– ha protagonizado Rusia en Ucrania, ha soterrado la estabilidad del principal aliado energético de nuestro país, del que –en diciembre–recibimos el 42,7 % del gas natural que hoy calienta los hogares españoles.
El litigio entre Argelia y Marruecos viene de largo. En 1975, Rabat ocupó –civil y militarmente–el Sáhara, encendiendo una mecha que hoy –47 años después–sigue prendiendo una tensión que podría estallar en cualquier momento. Un conflicto que el pasado agosto provocó la ruptura de las endebles relaciones diplomáticas que la ONU se había esforzado en tejer entre ambos países, y que podría verse acrecentado por el resultado de las hostilidades –de momento geoestratégicas–entre Rusia, la OTAN y EE.UU. en la frontera ucraniana.

Rusia y Argelia son aliados militares

Detrás de la batalla que enfrenta a Argel y Rabat, se ocultan los mismos actores protagonistas que durante los próximos días podrían enfrentarse en Europa del Este. Marruecos cuenta con el gran apoyo de Estados Unidos, Argelia –por el contrario–está directamente apoyada por Rusia. «Argelia es un aliado principal de Rusia, tal es su apoyo, que sus fuerzas militares reciben suministros directamente de Moscú», asegura en declaraciones a El Debate Antonio Marquina, Catedrático de Seguridad y Cooperación en las Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense de Madrid.
En caso de un fuerte enfrentamiento entre el Kremlin y la Casa Blanca, la inestabilidad que se respira en el Sáhara Occidental podría terminar de estallar por los aires, dejando en una situación muy precaria a España, principal cliente del gas argelino, y con fuertes intereses económicos en el país del norte de África. Existen casi 300 proyectos hispano-argelinos en decenas de sectores.

España, muy expuesta a Argelia

Destaca la enorme exposición de Naturgy en la marcha del país. La española comparte a partes iguales con Sonatrach (empresa pública argelina) el gasoducto Medgaz, a través del cual Argel suministra una gran parte del gas consumido en España. Repsol también es un socio estratégico de la energética estatal argelina en grandes proyectos de producción en el país, como Tin Fouyé Tabankort, donde ambas empresas firmaron en 2018 un contrato de explotación por 25 años. Cepsa –con una central termo solar–y Técnicas Reunidas –con una refinería– dependen de la buena marcha del país.

Si Rusia tira de un lado y EE.UU., de otro, la situación podría estallarAntonio Marquina, Catedrático de Seguridad de la UCM

«La situación en el Sáhara se ha vuelto mucho más inestable que hace seis meses, si Estados Unidos y Rusia empiezan a tirar de la cuerda a través de Marruecos y Argelia, esto puede estallar, afectando a la energía», dice Marquina. España ha conseguido escapar del impacto principal de la crisis del gas provocada por el enfrentamiento en Ucrania. Si la misma situación se repite en el Sáhara, nuestro país sería rehén de las hostilidades.
A ello hay que añadir la falta de seguridad que ambos Gobiernos ofrecen. Ninguno de los dos países cuenta con una democracia, y sus sistemas políticos se centran en el protagonismo de un solo líder. En el caso marroquí, Mohamed VI, en el argelino, Abdelmadjid Tebboune. «Estas formas de Gobierno, llevan a situaciones de crisis, como ya ha pasado en el pasado», dice el también director de la Unidad de Investigación sobre Seguridad y Cooperación.
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