Una startup es una empresa emergente
Emprendedores
El Senado aprueba la Ley de Startups, que pretende restar burocracia y dar más facilidades
El texto deberá regresar al Congreso al haberse incorporado varias enmiendas transaccionales durante su tramitación
El Pleno Senado ha aprobado este miércoles el Proyecto de Fomento del Ecosistema de las Empresas Emergentes, o Ley de Startups, aunque deberá regresar al Congreso al haberse incorporado varias enmiendas transaccionales durante su tramitación.
El Senado ha avalado la iniciativa, que se tramitaba por el procedimiento de urgencia, con 237 votos a favor, 23 abstenciones y ninguno en contra.
Entre las modificaciones que se han incorporado, destaca la posibilidad de que el emprendedor en serie se pueda acoger a la ley de manera ilimitada, en lugar de en tres ocasiones, como proponía el texto remitido por el Congreso.
Además, se refuerza el proceso de certificación de las empresas emergentes y el carácter territorial del texto, al potenciar el uso de las innovaciones tecnológicas en las zonas rurales, haciendo un mayor hincapié de la definición de territorio rural inteligente.
La nueva normativa afecta a todas aquellas empresas emergentes que dispongan de su sede social y más de la mitad del empleo en España y que cuenten con menos de cinco años de experiencia, aunque esto último es ampliable a siete en el caso de las firmas dedicadas a la biotecnología o la industria, ya que suelen tener plazos de madurez más lentos.
Con ella, se busca seducir a nuevos emprendedores eliminando trabas burocráticas como la eliminación de la obligación de los pagos fraccionados en los impuestos de Sociedades y No Residentes.
Empresas emergentes
Una startup es una empresa de nueva creación que, gracias a su modelo de negocio escalable y al uso de las nuevas tecnologías, tiene grandes posibilidades de crecimiento.
Es frecuente confundirlas con una pyme –pequeñas y medianas empresas– con límites, entre otros, en sus recursos humanos y en su volumen de negocio. Sin embargo, no son lo mismo.
Es frecuente confundirlas con una pyme –pequeñas y medianas empresas– con límites, entre otros, en sus recursos humanos y en su volumen de negocio. Sin embargo, no son lo mismo.
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