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25 de abril de 2024

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis EscriváEuropa Press

Veto de la izquierda

Escrivá se atraganta con las pensiones y pone en juego 10.000 millones en ayudas de la UE

Podemos, ERC y Bildu se oponen al cambio en el sistema de cómputo de los años cotizados

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá ha viajado por tercera vez a Bruselas para seguir negociando la reforma de las pensiones. Si consigue el visto bueno de la Unión Europea, España recibirá los 10.000 millones de euros en ayudas directas correspondientes al cuarto tramo.
Bruselas tiene que dar una valoración positiva de cuatro hitos dentro de la reforma del sistema de pensiones: la adecuación de la base máxima de cotización, la ampliación de los años para el cálculo de la pensión de jubilación, la puesta en marcha del mecanismo de equidad intergeneracional y unas nuevas proyecciones que garanticen la sostenibilidad del sistema a largo plazo.

Medidas

Los servicios económicos del Ejecutivo comunitario llevan años pidiendo a los distintos gobiernos españoles medidas para garantizar la sostenibilidad del sistema a largo plazo y el fondo de recuperación representa el vehículo perfecto para exigir unas reformas que la institución siempre ha incluido en sucesivos informes sobre la economía española.
España se arriesga a que la Comisión Europea mantenga bloqueados los 10.000 millones de euros si no considera que la reforma es satisfactoria, y la clave del análisis será el documento en el que el Gobierno tiene que asegurar que todas las medidas adoptadas garantizan la sostenibilidad del sistema de pensiones, que la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, califica frecuentemente como «la joya de la corona» del Estado de bienestar español.
La extrema izquierda, Podemos, ERC y Bildu, además de los sindicatos mantienen su negativa a que se destope los años que se tienen en cuenta para calcular la pensión.
Este ultimátum ha sido la gota que ha colmado el vaso de Escrivá que se ha visto obligado a explicar a Bruselas que si esta medida no se tiene en cuenta no habrá reforma y el Parlamento la denegará.
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