Un camarero, en Barcelona
Las horas trabajadas por afiliado caen un 9,3 % en solo seis meses
Como todos los analistas del paro, vamos de los 2,7 millones de parados oficiales a los 3,2 que no trabajan, o a las 3,9 que dice USO
Cada vez que se publican datos oficiales que no sirven para nada, se produce un movimiento en todos los medios intentando justificar o atacar unas cifras que todos, absolutamente todos, sabemos que no corresponden con la realidad.
La señora ministra de Trabajo va a dejar pronto su puesto, con una información que no sirve para nada porque ha decidido mentir con todo el descaro, para irse haciendo creer a los demás que ha hecho un magnífico trabajo.
El problema de la vagancia es que solo hablas y poco laboras, y eso le ha llevado a que la han pillado con el pie cambiado en el montaje de un nuevo partido y ahora a correr. Pues exactamente lo mismo le ha pasado con los datos del paro.
Tanto ha querido ocultar la verdad que ahora nadie se cree los números y todos tenemos datos que demuestran el desastre de lo ocurrido, que a lo peor es cierto o incluso si no hubiese sido tan vaga, hasta le hubiese podido beneficiar en este momento ir bien.
Como todos los analistas del paro, vamos de los 2,7 millones de parados oficiales, a los 3,2 que no trabajan, o a las 3,9 que dice USO, que es la realidad. Lo que la final si tenemos claro es que los 2,7 millones es una falsedad, que los 3,2 que da el SEPE y deben de estar bastante más correctos, pero que a estos hay que añadir, los que están en ERTE y todos los que están en formación, pero pagados por el SEPE y, si se quiere, todos los fijos discontinuos que no trabajan.
Pero otra forma de mirar que es lo que está pasando en el mundo del trabajo es ver la afiliación a la Seguridad Social y ver las horas trabajadas por ese conjunto de afiliados que facilita el Instituto Nacional de Estadística de forma trimestral y se refieren a la media de horas semanales.
Esto que es una forma muy clara de calcular, una vez obtenidos los datos nos va a indicar si las horas trabajadas suben y cuanto más se acerquen a las 40 horas semanales, más firme y robusto es el empleo y cuanto más ase alejen de las 40 horas semanales de media, más pobre y menos firme es dicho empleo.
Para hacer este análisis he tomado los 3 últimos trimestres publicados por la Seguridad Social y por el INE y así tenemos los siguientes resultados. Si miramos los afiliados a la Seguridad Social, todo pinta francamente bien, pues a cierre de septiembre teníamos 20,18 millones de afiliados, que suben en 115.000 a cierre de diciembre de 2022 y se colocan en 20,30 millones y que, en el primer trimestre de 2023, vuelven a subir en 80.281, que coloca al fin de marzo de 2023 en la cifra histórica de afiliación de 20,38 millones.
Por lo tanto, tenemos dos trimestres consecutivos en que todo parece darle la razón a la ministra y al gobierno, pero como la gente no se fía de nada y mucho menos de la pareja de moda, en lugar de los economistas quedarse tranquilos y satisfechos con los datos, como saben que nos han dado gato por liebre pues se ponen a buscarles los tres pies al gato.
Y uno de los pies que le faltan al gato son las horas trabajadas por todos esos afiliados. Así, al cierre de septiembre, las horas trabajadas semanalmente eran de 593,4 millones de horas, que al buscarle al gato otra pata resulta que los afiliados del tercer trimestre trabajaban 34,01 horas semanales, muy lejos de las 40, lo que indica que, entre estos afiliados, hay gente que trabaja muy pocas horas al mes, que eso hace caer la media y que ese trabajo es de un temporal o de un fijo discontinuo de pocas horas, aunque se llame fijo.
Un trimestre después, las horas trabajadas han subido a 630,2 millones, con un incremento en el primer trimestre de 36,7 millones, pero como los afiliados han subido en 115.984, el nuevo cálculo de las horas trabajadas cae hasta las 32,21 horas semanales, es decir, en un solo trimestre y cuando parecía que toda va bien, en realidad todo va mal.
Las horas trabajadas por afiliado a la Seguridad Social se ha reducido un 5,3 % y ha bajado, de media, en 1,8 horas a la semana, lo cual empeora todavía más la situación. Hay más contratos a tiempo parcial trabajando cada vez menos horas semanales, bajando la media de una forma peligrosa y cada vez nuestra productividad se desploma más.
Pero esto no para aquí. A finales del primer trimestre del 2023, las horas trabajadas suben hasta los 660,6 millones a la semana, que es una subida estupenda, pero que al dividirla por el número de afiliados baja hasta las 30,8 de media semanales trabajadas. Esto supone, de nuevo en un trimestre, bajar 1,36 horas de trabajo a la semana de media, que equivale a bajar otro 4,23 %.
En definitiva, si la ministra de Trabajo no nos ocultase las cifras reales de paro, que posiblemente en mayo hubiesen descendido, y si todo el mundo pensase que teníamos los datos verdaderos, yo no me hubiese puesto a tocar las narices a la ministra y no hubiese demostrado el fraude de este gobierno.
Lo que realmente está haciendo este gobierno es intentar, en lugar de crear riqueza, distribuir miseria, en lugar de tener una fuerza robusta de trabajadores fijos y de los temporales que se necesiten, hoy lo que tenemos es una caída trimestre a trimestre de la media de horas trabajadas por los afiliados de este país.
Esto que presentan como un gran éxito es un burdo enmascaramiento de que la reforma laboral que no ha existido y no ha funcionado, que lo que llamamos fijos discontinuos o simplemente fijos, ya no sirve como medida de como se distribuye los trabajadores de este país, porque al haber casi desaparecido los temporales, no podemos saber lo que trabajan estos, por diferencia.
Lo que si sabemos es que desde septiembre a marzo las horas trabajadas por trabajador han pasado de 34,01 a 30,84, lo que supone una bajada del 9,3 % de las horas trabajadas de media. Vamos un auténtico desastre, junto a un problema muy serio.
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