Elena Manzanera, la presidenta del INE
Análisis económico
El INE al servicio del poder: los alimentos suben un 10,5 % y la energía baja un 13,1 %
El IPC oficialmente está en un 3,5 % y no solo no está controlado, sino que en septiembre ha subido otro 0,2 %
No, no me he vuelto loco.
No, no estoy escribiendo este artículo después de una copiosa comida, regada de un buen vino y su correspondiente licor.
Es muy temprano, tan temprano que prefiero no decírselo. Estoy sentado en mi despacho de casa, donde veo un cielo negro y ni siquiera puedo ver si está nublado o no de lo oscuro que está todo y en mi mano tengo un tazón de café con leche, mitad café y mitad leche, con una cucharadita de miel para empezar con energía.
Y como estoy cuerdo y no estoy bebido, quiere decir que lo que he puesto como titular es cierto.
Esto no es que yo me lo invente, que carezco de suficiente imaginación, es lo que dice el Instituto Nacional de Estadística de la Sra. Manzanera.
Esta señora que llegó al INE para intervenirlo, controlarlo y manejarlo a su gusto, o mejor dicho al gusto de quien la nombró con la fuerza bruta del poder, la Sra. Calviño, famosa en el mundo entero por su afirmación de que España saldría del COVID con un crecimiento en «V» y que ha necesitado de la Sra. Manzanera para igualar el PIB de 2019 en 2022, aunque le han faltado 294 millones de euros.
Pues bien esta señora y su equipo de élite ha publicado que el subíndice 04, que tiene que ver con todos los costes energéticos, gasolinas, gas, electricidad lleva una caída del 13,1 %, cuando todos sabemos que llenar el depósito de la gasolina nos está costando más que cuando el gobierno nos regaló sus 20 céntimos por litro.
Todos sabemos que llenar el depósito de la gasolina nos está costando más que cuando el gobierno nos regaló sus 20 céntimos por litro
Y todo ello ha sido posible porque en enero el INE decidió cambiar de forma sustancial la manera de calcular los precios de sector energético, lo cual está muy bien porque cualquier mejora en el método de cálculo es bueno a futuro. Pero lo que no es bueno es comparar peras con manzanas, que es lo que estamos comparando hoy.
El INE, en particular la Sra. Manzanera, se ha negado a mantener dos series. La antigua, para saber la realidad de los precios este año en este componente tan importante, y la nueva, para el año que viene ya las comparaciones se hagan sobre el nuevo método de cálculo.
Pero a la Sra. Manzanera no le ha interesado esto, porque entonces veríamos que entre los cambios de ponderación del Índice, como bajar en 3 puntos lo que representan los alimentos, hubiese implicado que el IPC hoy, en lugar de estar en el 3,5 %, estuviese en el 3,8 % y los costes energéticos, que en lugar de ser negativos, fuesen cero, que tampoco se lo cree hoy nadie, habría que subir el IPC del 3,8 % al 5,4 % y aplicando la antigua ponderación estaríamos en un 5,7 %, que le dolería mucho, mucho, mucho al gobierno, que tiene que subir los salarios de los empleados públicos en función de la inflación y lo mismo con las pensiones.
El INE está contaminado por una persona que ha venido a poner a una institución pública al servicio del poder
Así que no me queda otro remedio que confirmar el titular: El precio de los alimentos sigue en el 10,5 % y de la energía ha bajado un 13,1 %.
Y como obras son amores y no buenas razones, a continuación se lo muestro:
El IPC oficialmente está en un 3,5 % y no solo no está controlado, sino que en septiembre ha subido otro 0,2 %, con lo cual aquella frase de la Sra. Calviño, «ya hemos controlado la inflación», significa que esta sigue a su aire y sin ningún control.
Por debajo del 3,5 % de inflación, solo tenemos al vestido y el calzado que crece un 1,2 % y que pronto estará en negativo, porque la crisis está afectando al consumo de este tipo de productos y, por lo tanto, al no venderse, terminan bajando los precios. Si no hay demanda, bajan los precios de la oferta.
Tenemos también por debajo a la sanidad que crece un 2,1 % y la educación que lo hace un 2,2 %.
En total sólo 3 subíndices, más el energético que no cuenta.
El resto está por encima. Los alimentos, como hemos dicho, un 10,5 %, las bebidas alcohólicas y el tabaco, un 7,7 %, los restaurantes y hoteles, que todavía están un 6,3 % por efecto del turismo, el ocio y la cultura, que ha subido un 5,0 %, los otros bienes y servicios, que aumentan en un 4,8 %, las comunicaciones, un sector en general tranquilo que ya está en un 4,4 %, los muebles y artículos para el hogar, que están en un 3,9 %, y el transporte, que está en un 3,8 % y que se disparará pronto, por el coste del petróleo.
Y por último está la vivienda, el agua, la electricidad y los combustibles y aquí, sin sonrojarse, el INE de la Sra. Manzanera publica que los precios han caído un 13,1 %.
Por lo tanto, yo estoy terminando mi café y mi artículo, está empezando a amanecer, pero eso no cambia que tengamos que tragarnos lo que dice una de las instituciones más impolutas de la historia de nuestro país, hoy contaminado por una persona que ha venido a poner a una institución pública al servicio del poder, en lugar de dejarla libre e independiente al servicio de los ciudadanos.
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