El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá
Vuelve el atasco a la Seguridad Social: «El refuerzo de verano no vino formado ni preparado»
Trámites sencillos están tardando hasta tres meses en resolverse y, en algunas provincias, el IMV necesita un año
Vuelve el atasco a la Seguridad Social. el Gobierno intentó apaciguar a los sindicatos el pasado verano con la contratación de personal de refuerzo, pero este era insuficiente o poco preparado. Ahora se está complicando el colapso en la Administración con trámites relativamente rápidos que tardan meses en resolverse.
Los trabajadores están hartos. «La gente está muy cansada, son muchas peleas con el público que está en la puerta, que saben que no se les está tratando bien», explica un trabajador de la Seguridad Social, que denuncia que el personal contratado en junio y julio, interinos y eventuales, «no venía formado ni preparado», por lo que no han podido prestar atención al público.
Según cálculos del sindicato CSIF, la Seguridad Social en diez años de tener una plantilla de 37.000 a los 25.000 de la actualidad con un 12 % de temporalidad. Pero el colapso vino con la aprobación del ingreso mínimo vital (IMV), aprobado en mayo de 2020 en plena pandemia y consolidado en diciembre de 2021.
La plantilla de la Seguridad Social se ha reducido de 37.000 a 25.000, con una temporalidad del 12 %
Se trataba de una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de personas que carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas. El problema es que la ley que establecía esta ayuda no incluía un refuerzo de personal, así que la carga de trabajo se ha triplicado provocando un efecto contagio en el resto de los trámites.
Por ejemplo, la gestión de la jubilación o de la prestación de paternidad puede tardar en resolverse hasta tres meses, mientras que la del IMV puede llegar hasta el año, según fuentes de la Seguridad Social, con el consiguiente perjuicio para los afectados que no cobran en ese tiempo.
Los sindicatos, por su parte, se han vuelto a sentar con el Gobierno para intentar llegar a un acuerdo. Piden que el tiempo de atención telefónica aumenten –actualmente no pueden superar los diez minutos– y exigen que el personal de refuerzo esté realmente formado para las tareas.
«Mercado negro» de citas
Esta situación está provocando un aumento de la «microcorrupción» en la Administración, como denunció el presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas. Durante la presentación de las memorias económicas de la institución, este catedrático advirtió del surgimiento de un «inadmisible mercado negro de venta de citas».
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