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03 de mayo de 2024

El ministro de la Seguridad Social, José Luis Escrivá.

El ministro de la Seguridad Social, José Luis EscriváEduardo Parra / Europa Press

Ya hemos pagado casi 120.000 millones en pensiones y llegaremos a los 168.000 en diciembre

La gran pregunta es de dónde vamos a sacar el dinero para pagar 11.000 millones de euros más solo en pensiones contributivas

El Órgano responsable de pagar las pensiones contributivas ya ha desembolsado hasta septiembre 119.809 millones de euros en el pago de éstas, tal como indica el Avance de septiembre de la evolución de las pensiones de la Seguridad Social.
Lo que no avanza ese informe es cuánto dinero extra – además de los ingresos por cotizaciones sociales– ha tenido que enviar el Gobierno para poder hacer frente a este tipo de pagos. Sabemos por Hacienda que, en el mes de julio, el Gobierno había tenido que enviar casi 35.000 millones de euros entre transferencias corrientes y de capital para dejar un superávit a julio por encima de los 4.500 millones.
Las pensiones contributivas no son los únicos gastos que tiene este organismo, pues a esos pagos hay que añadir las pensiones no contributivas, el Ingreso Mínimo Vital, el pago por discapacidad temporal y otros muchos pequeños gastos que acumulados a las pensiones llevan a este Organismo a necesitar 211.000 millones para poder hacer frente a sus gastos totales.
Por mucho que este año se haya hecho una previsión anual de ingresar por cotizaciones sociales 152.000 millones, para poder pagar 211.000 millones faltan mucho dinero que tiene que venir de las Transferencias Corrientes y de Capital. Y, lo que no llegue, de tener que endeudarse de nuevo.
Para que los lectores se hagan una idea, el gobierno tiene previsto trasferir casi 45.000 millones y que la Seguridad Social tenga que pedir 12.000 millones de euros de dinero prestado.
Quizás es el momento de pensar que este Organismo si lo queremos preservar para evitar que sea el primer órgano en entrar en impago (default), deberíamos de pensar en quitarle determinadas responsabilidades de gasto y trasladarlas a otros ministerios y tratar además de realizar un plan de reformas que nos permitan pensar en que las pensiones de unos ciudadanos que han trabajado, ya toda su vida, de pronto no puedan cobrar sus contribuciones a lo largo de la historia.
Cuando tengamos todos los datos de cierre, vamos a ver que, como mínimo para sobrevivir, este organismo habrá recibido más de 57.000 millones, para evitar su quiebra.
Las pensiones este año siguen subiendo y no lo hacen de una forma suave, pero si armonizada. El coste de estas está llegando a un incremento del 10,9 % en los últimos meses, ha superado ya los 12.000 millones al mes y ha cogido la senda de superar los 12.100 millones para noviembre.
Veamos los números y a través de ellos hagamos una previsión de lo que va a pasar de aquí a finales de año.
En este cuadro podemos ver que el año 2022 empezó con un coste de 10.745 millones al mes para terminar en 10.943 millones, que supuso un incremento de un 1,9 % dentro del mismo año. El total del pago de pensiones contributivas en ese año fue de 151.811 millones de euros.
El 2023 empieza con unas pensiones de 11.902 millones en enero de 2023, que han llegado a 12.051 millones en septiembre, con una revalorización dentro de estos meses de un 1,2 % y un incremento de estas sobre el año 2022 de un 10,8 % en los siete primeros meses del año y un 10,9 % en agosto y septiembre.
Hoy en día hemos pagado ya 119.809 millones de euros que suponen 11.684 millones más que en 2022, con una subida media hasta septiembre de un 10,8 %.
Si proyectamos que en el último trimestre de 2023 se va a mantener este ritmo de subida, llegaremos a diciembre con un pago mensual de 12.136 millones que al tener paga doble el gasto contable se irá a 24.271 millones.
El incremento interanual por llegada de nuevas personas a la entrada en el sistema de pensiones será de un 2 %, habremos cerrado el ejercicio con 168.256 millones de euros y habremos pagado 16.445 millones más que el año pasado.
La inflación provisional a septiembre ha sido de un 3,5 %, que aunque está modificada por el cambio de metodología en el cálculo del índice energético, que nos ha llevado de una inflación del 24,5 % a agosto de 2022, una deflación del 18,0 % en agosto de 2023, además de los cambios de peso de los alimentos y de la energía.
Ya se habla de que vamos a llegar en noviembre, que es cuando se va a fijar la revalorización de las pensiones, muy posiblemente a un 4,5 %, que con la revalorización interanual del 2 %, nos colocaría las pensiones para el 2024 muy cerca de los 179.500 millones, que supondría un incremento del gasto en 11.000 millones.

Tormenta perfecta

La gran pregunta es de dónde vamos a sacar el dinero para pagar 11.000 millones de euros más solo en pensiones contributivas. Los impuestos y tasas ya no dan para más y como la economía no tire, que no va a tirar, nos veremos en bajadas de recaudación por los impuestos indirectos.
Si a alguien se le ocurre, en pleno proceso de estancamiento económico, subir el porcentaje de cotizaciones sociales para recaudar más, puede producir la tormenta perfecta. Así que empezamos a vislumbrar un enorme tsunami económico todavía a bastante distancia, pero que puede empezar a llegar a nuestras costas y arrasarlo todo, no más allá de marzo.
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