Jaime Botín: STTL
No he conocido ninguno con las múltiples facetas y cualidades de Jaime Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos. Una rara avis de hombre estilo Renacimiento en plenos siglos XX y XXI
En el obituario de su hermano Emilio en El País, Jaime Botín lo tituló Sit tibi terra levis, que es una locución latina que refiere a que sea leve la tierra sepulcral que pesa encima del cuerpo del difunto. Es, como conocía bien Jaime, el epitafio abreviado en STTL en las lápidas funerarias en el mundo romano precristiano. Pasó luego a RIP, resquiat en pace, y hoy en español a DEP, «descanse en paz». Jaime Botín nos dejó del mundo terrenal el día 15 de agosto con 88 años bien aprovechados.
Como norteamericano conozco mejor el RIP, rest in peace. Y lo deseo para mi amigo Jaime, que saludé por última vez en la Junta General de Accionistas de Bankinter el 21 de marzo. Al final de la Junta se puso de pie con dificultad pero habló alto y claro sobre la magnífica evolución del banco durante la presidencia de Pedro Guerrero, que pasaba la antorcha este día a María Dolores Dancausa. Ella es solo el cuarto presidente desde la fundación del banco en 1965 (a medias con Bank of America). Don Emilio padre asignó el portaaviones Banco Santander al primogénito Emilio y dejó el velero Bankinter al manejo de Jaime. Y lo hizo con brillantez, siempre a la vanguardia tecnológica y siempre entre los bancos más rentables del país.
Jaime saltaba del mundo de los filósofos clásicos (que leía en latín) a la inteligencia artificial y la mecánica cuántica con una facilidad pasmosa. Yo le regalé el libro The Age of Spiritual Machines de Ray Kurzweil y el lo devoró. Le fascinaba el Test de Turing. Es la prueba donde en un cuarto a escondidas está una máquina y en otro un hombre. Tienes que hacer preguntas a ambas y determinar cuál es la máquina y cuál es el hombre. Con Chat GPT-4 estamos acercando mucho a confundirnos, pero todavía falta un trecho.
En 1998 conocí a Jaime por primera vez cuando entré como consejero asesor en Bankinter. Me asignó enseguida una tarea. Era la de valorar si Línea Directa Aseguradora valía la pena apoyarla o venderla. Como yo manejaba una aseguradora y había sido consultor, yo era la persona idónea para el encargo. El consejero delegado de Bankinter de entonces pensaba que las pérdidas en LDA iban a ser continuas y que era tirar el capital del banco por un desagüe. Pero LDA había eliminado el agente o intermediario en la venta de seguros de coche y los vendía por teléfono. Era un esquema copiado de Direct Line en el Reino Unido. Incluso Sir Peter Wood, el hombre que revolucionó los seguros de coche, estaba en el Consejo de Bankinter. Mi conclusión no podía ser otra que en pocos años la inversión iba ser muy rentable. Y así fue. E incluso durante la crisis bancaria LDA ha sido la columna vertebral de apoyo a los beneficios del banco. Ahora vuela libre como empresa independiente.
Como describo en mi libro España fallida he conocido muchos lideres empresariales del país. Bastantes aprovechan del crony capitalism o capitalismo de amiguetes. Salvo honrosas excepciones, como Jaime Botín, la mayoría son sumisos al gobierno de turno. No he conocido ninguno con las múltiples facetas y cualidades de Jaime Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos. Una rara avis de hombre estilo Renacimiento en plenos siglos XX y XXI. Como se dice ahora en Norteamérica, un GOAT (que es la palabra «cabra») pero también es el acrónimo de «Greatest Of All Time». Adiós, Jaime, uno de los grandes de todos los tiempos.
- John de Zulueta es presidente de honor del Círculo de Empresarios