Paloma Martín (centro) presenta este viernes la Proposición de Ley del PP
El PP activa un plan para que el Congreso fuerce a Sánchez a mantener abiertas las centrales nucleares
Los populares presentan una Proposición de Ley para frenar la desconexión de las plantas atómicas y considera que existe riesgo de apagones
La guerra por mantener abiertas las nucleares vivirá una batalla decisiva en el Congreso. El Partido Popular ha registrado este viernes una Proposición de Ley para forzar al Gobierno a mantener operativas las plantas atómicas, para el que confía poder obtener el apoyo necesario tras haber logrado, en febrero, el respaldo de la Cámara Baja a una Proposición No de Ley (PNL) en el mismo sentido.
La proposición, consultada por El Debate, consta de cuatro artículos, entre ellos uno que permitiría a las compañías eléctricas seguir operando las centrales atómicas solo con obtener el visto bueno del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN). Además, incluye disposiciones derogatorias que revertirán las órdenes vigentes actualmente que impiden a las centrales de Almaraz (Extremadura), Cofrentes (Valencia) y Ascó (Cataluña) solicitar nuevas prórrogas de su vida útil para continuar operando más allá de 2030.
La proposición «pretende evitar un error histórico como el que cometió Alemania y quiere revertir y el que cometió el gobierno belga y ya ha revertido», según la vicesecretaria popular de Desarrollo Sostenible, Paloma Martín. En esta línea, la Proposición insta también a ENRESA a recalcular a la baja la tasa que pagan los operadores para costear el desmantelamiento de las plantas al incrementar los años de operación, y fija negro sobre blanco la posibilidad de que el Gobierno obligue a los titulares a seguir operando aunque no quieran por seguridad de suministro.
Los populares recuerdan que 22 países de la UE apuestan por la energía nuclear, y que incluso Teresa Ribera y Nadia Calviño, impulsoras del cierre nuclear en España, están respaldando está tecnología desde sus nuevos puestos en la Comisión Europea y el Banco Europeo de Inversiones (BEI), respectivamente.
«Si se mantuviera el cierre acabaremos comprando la energía nuclear francesa financiada con fondos europeos», subraya Martín, «y teniendo que recurrir al gas, una de las energías más costosas».
La clausura de las centrales elevaría por tanto el coste de la energía en España –hasta un 23 % para familias y un 35 % para la industria, según PwC– e incluso podría generar riesgo de apagones, consideran los populares, que recuerdan que la gran industria ya se vio obligada a parar durante dos días seguidos el año pasado coincidiendo con una parada no programada de la planta de Ascó.