
Dos camareros trabajan en una de las terrazas ubicadas en el Paseo del Prado
España, el país de la UE donde más ha crecido el SMI respecto al sueldo medio
Los incrementos del salario mínimo desde 2018 no han ido acompasados a la realidad del mercado, provocando una acumulación en los estratos gananciales más bajos
Desde la llegada de Pedro Sánchez al Gobierno, el salario mínimo interprofesional (SMI) ha crecido un 61 %, una rareza entre los ‘grandes’ de la Unión Europea. No lo ha hecho en igual medida el sueldo medio, cuyo incremento se situó en un 28,5, lo que suponen 25,5 puntos porcentuales de diferencia.
La oficina de estadística de la Comisión Europea acaba de publicar un avance de los SMI en Europa que ofrecen una radiografía de las todavía amplias diferencias existentes entre las economías europeas. Luxemburgo, Irlanda y Países Bajos siguen liderando una lista en la que no están Dinamarca, Italia, Austria, Finlandia y Suecia, que carecen de sueldo mínimo. España, a pesar del incremento de este año, se mantiene todavía en séptima posición muy lejos todavía de Francia.
La brecha, eso sí, se ha ido reduciendo desde 2018, especialmente en los países del este, últimos en incorporarse. Lituania (+159,5 %), Polonia (+116,9 %), Bulgaria (+111,1 %), Croacia (+110 %) o Rumanía (+99,5 %) han visto crecer considerablemente el SMI en ese periodo, mientras que el incremento se ha moderado en el centro y oeste, salvo el caso español, claro.
En la mayoría de los casos, estos aumentos han estado ligados al desempeño económico general, como se refleja en el comportamiento del salario medio. Entre 2018 y 2024, último año con datos disponibles, los incrementos del SMI en cada país han estado acompasados a las subidas del salario medio. Así, se observan subidas en ese periodo del 120,4 % en Rumanía, del 114,4 % en Bulgaria y del 110 % en Lituania.
Solo en cinco países –España, Estonia, Alemania, Polonia y Portugal– la diferencia entre el SMI y el salario medio ha sido positiva; es decir, el sueldo mínimo ha crecido por encima de los medios. En España, en concreto, esta diferencia es de 25,5 puntos porcentuales ya que el SMI ha crecido entre 2018 y 2024 un 54 % frente al incremento del 28,5 % del sueldo medio.
El incremento del SMI en España es una decisión meramente política que, al no ir en consonancia con la economía real, está provocando que los salarios se acumulen en los estratos más bajos. Según los datos de la Encuesta de Estructura Salarial, el 65,26 % de los trabajadores ganaba entre cero y dos salarios mínimos. Y estos datos solo están actualizados hasta 2022, por lo que ese porcentaje se presume muy superior ahora.
Si a esto le unimos el elevado coste de vida, la inflación y los problemas para acceder una vivienda, se observa una paulatina desaparición de la clase media. Según datos de la OCDE, el peso de la clase media en España es del 55 %, seis puntos por debajo del resto de países de nuestro entorno. De hecho, esta organización ha destacado que nuestro país presenta una mayor vulnerabilidad, acentuando las desigualdades económicas y sociales. Quizá sea momento de dejar un modelo que prioriza la corrección de desigualdades desde abajo por otro basado en la realidad del mercado.