
Avión de Air Europa aterrizando en España
Un rescate que «huele muy mal»: así fue la polémica ayuda a Air Europa durante la pandemia
La inyección para mantener a flote la compañía tras el Covid no solo fue la primera, sino que se resolvió cinco veces más rápido que la media, en solo 70 días, cuando otras se demoraron hasta 590
El Tribunal de Cuentas y el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) consideraron que la ayuda cumplió con los requisitos, sin entrar a valorar cómo se articuló su tramitación
Los mensajes de WhatsApp entre Pedro Sánchez y su ex mano derecha, José Luis Ábalos, han vuelto a poner el polémico rescate a Air Europa durante la pandemia en el ojo del huracán. Las conversaciones prueban que el presidente del Gobierno tenía un interés particular en el futuro de la aerolínea, según desveló el martes el diario El Mundo.
«Merece la pena que le demos una vuelta», trasladó Sánchez a Ábalos el 8 de septiembre de 2020. Se refería a la posibilidad de que Air Europa acabara en manos de IAG, matriz de Iberia. El grupo tiene sede social en Madrid y financiera y operativa en Londres, y la mayoría del capital está en manos de los antiguos accionistas de British Airways.
«No tiene sentido rescatar a Air Europa y dejarla en manos de los Hidalgo, pero tampoco regalársela a IAG (Iberia) y menos aún dejar que desaparezca», había planteado el presidente al entonces ministro de Transportes, citando «a un conocido de hace muchos años». El grupo hispanobritánico llevaba desde 2019 inmerso en un primer intento de comprar Air Europa, que finalmente fracasó en 2021, al igual que el segundo, en 2024.
Diecinueve días antes de la conversación entre Sánchez y Ábalos, el 20 de agosto, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) recibía la solicitud inicial de rescate de la aerolínea con cargo al recién creado Fondo de Apoyo a la Solvencia de Empresas Estratégicas (FASEE). Tan solo pasarían 70 días hasta la resolución, cinco veces menos tiempo que la media de las ayudas a las 63 empresas que la solicitaron, algunas de las cuales tardaron hasta 590 días en recibir respuesta.
Como ya informó El Debate, Wakalua, una subsidiaria de Globalia, pactó en 2020 un pago de 40.000 euros al Africa Center dirigido por Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez. El grupo turístico asegura que el acuerdo quedó en suspenso por la pandemia y solo se desembolsaron 1.716,53 euros para un viaje a Londres.
Bajo el radar de Bruselas
Air Europa recibió un total de 616 millones en ayudas estatales. La primera de ellas, en mayo de 2020, fue un crédito de 141 millones garantizado por el ICO que le permitió mantener su liquidez en pleno confinamiento. Posteriormente, recibió 475 millones del ya mencionado FASEE. La aerolínea ha devuelto esta misma semana la partida pendiente de 39 millones que le quedaba por saldar con el ICO, pero tiene aún pendiente devolver esta segunda inyección.
El dinero canalizado a través de la SEPI se dividió en dos partidas. La aerolínea recibió un préstamo participativo por importe de 240 millones de euros y un préstamo ordinario de 235 millones. Dichas cuantías hicieron que el rescate quedara justo por debajo del radar de la Comisión Europea, que había situado justo en 250 millones de euros, el límite para su notificación en el Marco Temporal de Ayudas de Estado.
La compañía consumió este importe antes de que se cumpliera un año de su desembolso. El 73 % se destinó a mantener su actividad operativa y el 27 % restante a pagos no operativos, como el reembolso de billetes, el pago de nóminas, impuestos, y cotizaciones sociales.
En las reuniones decisivas para el rescate participó además el principal asesor económico de Pedro Sánchez, tanto entonces como ahora, Manuel de la Rocha, jefe de su oficina económica. Según el PP, los mensajes de Sánchez muestran que «cada vez es más evidente que la inversión más rentable de Air Europa fue patrocinar las actividades de Begoña Gómez», como afirmó ayer la secretaria general del partido, Cuca Gamarra, en el Congreso de los Diputados. Este rescate «huele muy mal», considera Gamarra, que considera «obvio, explícito e insalvable» la existencia de un conflicto de intereses.
La aerolínea, por su parte, traslada que cumplió en todo momento con la normativa vigente. El Tribunal de Cuentas, por su parte, afirmó en septiembre de 2024 que la SEPI «aplicó adecuadamente la normativa en cuanto al cumplimiento de estos requisitos y a sus condiciones de financiación», mientras que el Tribunal de Justicia de la Unión Europea constató, el 6 de junio de 2024, que el régimen de la ayuda «es compatible con el mercado interior», desestimando una denuncia de Ryanair.
«Abrir puertas y agilizar trámites»
El último auto dictado, este mismo lunes, por el magistrado instructor de la Sala Penal del Alto Tribunal, refleja la existencia de «robustos indicios» sobre cómo Ábalos y Koldo utilizaron sus posiciones, y la influencia derivada de las mismas, para realizar gestiones, «abrir puertas y agilizar trámites» destinados a beneficiar a algunas compañías concretas.
Entre ellas, el rescate a la aerolínea, que según lo recogido en la resolución del juez contó con maniobras de ambos socialistas para que se ingresase el dinero con la mayor rapidez posible. Sin embargo, en un momento determinado de las actuaciones, el CEO de la aerolínea Javier Hidalgo, «pudo haberlas considerado (...) infructuosas o poco operativas, decidiendo explorar otras vías», apunta Puente, para acelerar el salvavidas financiero que tanto ansiaba la compañía, como informa este jueves El Debate.