Hacienda adelanta la factura electrónica pese a que el 70 % de los autónomos aún usa el boli o el Excel
El fisco activa con tres meses de antelación el sistema Verifactu, primer paso hacia la digitalización obligatoria de las facturas en España
La Agencia Tributaria ha activado, con tres meses de antelación, el sistema Verifactu, primer paso hacia la digitalización obligatoria de las facturas en España. Aunque su uso es por ahora voluntario, esta herramienta ya está plenamente operativa y permite a autónomos y empresas con una facturación inferior a seis millones de euros enviar electrónicamente sus tickets y facturas a Hacienda.
El calendario oficial marcaba 2026 como el año clave: el 1 de enero para las sociedades y el 1 de julio para los trabajadores por cuenta propia. Sin embargo, el Gobierno ha decidido poner en marcha de forma anticipada el entorno de pruebas, para que empresas y proveedores de software puedan comenzar a validar sus sistemas.
El problema es que buena parte del tejido empresarial aún no está preparado. Según un informe de TeamSystem, elaborado junto a Materia Prima tras consultar a 1.200 autónomos, micropymes y asesorías, el 69 % de los trabajadores por cuenta propia y el 45 % de las micropymes siguen facturando a mano, ya sea en papel, con bolígrafo o mediante hojas de cálculo.
La digitalización de las facturas dejará pronto de ser una recomendación para convertirse en una obligación legal. No obstante, el desconocimiento sobre los detalles de la nueva normativa es generalizado: nueve de cada diez negocios aún no saben cómo les afectará esta medida en su operativa diaria. A esto se suman el miedo al aumento de carga de trabajo, los costes asociados y la posible pérdida de control sobre sus datos. De hecho, casi el 30 % de los encuestados considera que la factura electrónica ofrece más inconvenientes que ventajas, y cerca del 40 % esperará hasta el último momento para adaptarse.
Esta resistencia a modernizar los sistemas de facturación tiene un coste. TeamSystem estima que los errores, duplicidades y tiempos improductivos derivados del uso de métodos manuales suponen pérdidas superiores a los 3.600 millones de euros anuales para la economía española.
Las asesorías, que gestionan la facturación de tres de cada diez negocios, tampoco están del todo listas. Aunque dos de cada cinco valoran positivamente la nueva normativa por el potencial de agilizar procesos, la mayoría carece aún de herramientas adecuadas o procedimientos estandarizados para acompañar a sus clientes en esta transición.
