Indra y Luis Abril: intrahistoria de un terremoto
El jefe de Minsait no era solo el responsable de la filial tecnológica, que genera la mitad de todo el beneficio del grupo, sino también el responsable del plan estratégico que se presentó en marzo de 2024
Fachada de la sede de Indra
Hace dos meses Ángel Escribano, presidente de Indra, le dijo a Luis Abril que no le quería en el consejo del grupo. Necesitaba que se aprobaran sus propuestas y sabía que el director general de Minsait era una de las personas que dificultaría sus planes. Y sus planes no eran otros que la compra por parte de Indra de Escribano Mechanical & Engineering (EM&E), su empresa familiar.
Luis Abril era consejero y primer ejecutivo de Minsait, la filial tecnológica que genera la mitad de todo el beneficio del grupo. En concreto, aportó el 62 % de los ingresos del grupo en 2024. Con más de 40.000 trabajadores, siempre ha sido considerada la joya de la corona de Indra. Abril fue además el responsable del plan estratégico del grupo que se presentó en marzo de 2024.
El martes, en un consejo que empezó a las 9.30 y acabó a las 4.30 de la tarde, Ángel Escribano intentó en vano que Abril presentara su dimisión como consejero pero que siguiera en Minsait. No hubo tal. A los planes de compra de Escribano Mechanical & Engineering se sumaban los cambios en la ejecución del plan estratégico del grupo, que decidieron finalmente su salida el próximo mes de junio. No fue la de Abril la única voz que discrepó en el consejo. Jokin Aperribay, propietario y consejero delegado de SAPA y consejero dominical de Indra en representación del paquete accionarial de SAPA Placencia, propuso también la venta de su empresa, pero Escribano tenía ya su consejo a favor, y el que vendía era él. También tenía diseñado su consejo de futuro.
Escribano intentó en vano que Abril presentara su dimisión como consejero pero que siguiera en Minsait. No hubo tal
Ayer, mientras Indra filtraba los más de 8 millones de euros de indemnización que recibiría Abril tras su salida, Indra daba a conocer los cambios en su consejo: Ángel Escribano, presidente; José Vicente de los Mozos, consejero delegado, seguían. A Luis Abril y Francisco Javier García Sanz, les sustituyen Eva Fernández y Oriol Pinya, que para eso respaldan la compra de la empresa de los Escribano.
Con el resto no hay dudas: Javier Escribano, presidente de EM&E; los tres representantes de la Sepi: Antonio Cuevas, Juan Moscoso y Miguel Sebastián; y el representante de Amber Capital, Pablo Jiménez de Parga. Es decir, que ya 9 de los 16 vocales apoyan ya la compra. Y eso sin contar que este año vence el contrato de once de los dieciséis consejeros por lo que Escribano podrá seguir llenando de afines el consejo. Miguel Sebastián, Antonio Cuevas y Jokin Aperribay están entre los que desfilarán.
Un consejo a la medida que apoye las compras de los Escribano; y sobre todo, que hagan olvidar las 80 torretas vendidas a Ucrania que no funcionaban, o el fiasco de los radares que compró Arabia Saudí.
Pero en Moncloa se han empezado a poner nerviosos con tanta movida en la empresa. A las inversiones que tiene previstas en armamento no les convienen nuevos líos empresariales. Las ventas exteriores también dependen de ello. Eso por no hablar de las injerencias de los amigos de Sánchez en las cotizadas. Todo un clásico de esta legislatura.