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Foto de archivo de una central nuclear

Foto de archivo de una central nuclearPxhere

El millonario plan de inversión en nucleares de Reino Unido agrava el aislamiento de España en Europa

El Gobierno británico invertirá 17.000 millones de euros para la construcción de una nueva central, mientras nuestro país mantiene el cierre para 2035

El Reino Unido acaba de anunciar una inversión de casi 17.000 millones de euros para construir su primera planta nuclear desde 1995. Esta decisión, alineada con la creciente tendencia continental, contrasta fuertemente con la postura de España, que profundiza su aislamiento energético. Mientras Europa apuesta por el desarrollo nuclear, nuestro país sigue al margen, consolidando su imagen de paria energético en el continente.

Sizewell C, como se llamará esta nueva planta, estará ubicada en el condado de Suffolk, al este del país, y forma parte del plan presentado en enero de 2024 por Rishi Sunak para cuatriplicar la generación de energía nuclear hasta alcanzar 24 gigavatios en 2050. Además de esta nueva central, el plan contempla la construcción de otras dos más.

«Hoy estamos invirtiendo una vez más en la renovación del Reino Unido, con el mayor programa de construcción nuclear en una generación», señaló la ministra de Economía, Rachel Reeves, en un comunicado de prensa.

Reeves espera que el 70 % de los contratos sean adjudicados a 3.500 proveedores británicos para distintos sectores en un proyecto que supondrá la creación de 10.000 puestos de trabajo.

Los planes del Reino Unido van en la línea de la política energética del resto del continente. Recientemente, Bélgica anunció la supresión del veto a la energía nuclear previsto para este año y la prolongación de las operaciones hasta 2050, sin exenciones fiscales ni cambios en la extracción de uranio, con el objetivo de garantizar la estabilidad del mix energético.

Otros países sin capacidad nuclear, como Italia, Alemania y Dinamarca, están estudiando la reapertura de sus centrales, mientras que Polonia planea tener operativos seis reactores en 2040 para reducir su dependencia del carbón.

En España, sin embargo, se mantiene el plan de cierre previsto para 2035, que comenzará en 2027 con el cese de explotación de Almaraz I, a pesar de las dudas de los expertos sobre la capacidad de las renovables para cubrir el fin de la nuclear y del apagón vivido hace unas semanas.

Este mismo lunes, la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea) defendió que lo «lógico y sensato» actualmente es modificar el protocolo de cierre de las nucleares firmado en 2019 y adaptarlo «a las condiciones reales».

«No estamos hablando de una modificación de rango superior y creemos que las circunstancias actuales lo justifican, pero no por el interés de nadie, no por el interés de los propietarios de las centrales, sino por el interés general. Porque permite reducir las necesidades que hoy, sí o sí, suplirían esa menor producción nuclear, que sería una mayor entrada de los ciclos combinados con total seguridad», explicó Diego Martínez, investigador asociado de Fedea.