Varias personas son atendidas en la Agencia Tributaria para presentar la declaración
El aviso de Hacienda a quienes cobran el Ingreso Mínimo Vital: así afecta a la declaración de la Renta
Este año la campaña presenta algunas novedades como, por ejemplo, la elevación del mínimo a declarar con dos pagadores a los 15.876 euros
La Agencia Tributaria ha vuelto a recordar a los beneficiarios del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que están obligados a presentar la declaración de la Renta, aunque no hayan tenido ingresos adicionales ni les salga a pagar o devolver. Este requisito, que muchas personas desconocen, se mantiene en la campaña de la Renta correspondiente al ejercicio fiscal de 2024.
Desde su implantación en 2020, el IMV ha estado vinculado a una serie de condiciones administrativas que sus perceptores deben cumplir cada año. Entre ellas, la más destacada es la de presentar la declaración del IRPF, incluso en los casos en los que no haya obligación para el resto de contribuyentes por bajos ingresos.
En concreto, es una exigencia afecta tanto al titular de la prestación como a todos los miembros de la unidad de convivencia. Es decir, si una familia compuesta por varios adultos y menores cobra el IMV, todos los adultos deberán hacer la declaración, y los menores también deberán figurar como parte del grupo familiar en el trámite correspondiente.
El motivo principal de esta obligación es el control de los requisitos para seguir percibiendo la ayuda. Hacienda utiliza la información de las declaraciones para comprobar los niveles de renta, el número de convivientes, y otros factores que influyen en el mantenimiento o revisión del IMV.
La recomendación de la Agencia Tributaria
Es importante señalar que el Ingreso Mínimo Vital está exento de tributar hasta un límite establecido por la ley. No obstante, cuando se combinan otros ingresos con esta ayuda, sí puede surgir la obligación de tributar por el conjunto de rentas. En todo caso, Hacienda insiste en que la declaración es necesaria independientemente del resultado.
No hacerlo puede conllevar la suspensión de la prestación, la pérdida de ayudas adicionales o incluso sanciones económicas por incumplimiento.
La recomendación es clara: revisar cada año la situación fiscal, asegurarse de presentar correctamente la declaración y, en caso de dudas, recurrir a los canales de atención disponibles o a los servicios de ayuda que muchas comunidades autónomas y entidades sociales ponen a disposición de los beneficiarios del IMV.