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Un niño con una hucha

Sus recomendaciones son simples y repetiblesPexels

Las estrategias que debes seguir para ahorrar dinero: «Acabo de comprarme un piso en el Bronx a los 27 años»

Su historia se ha convertido en un ejemplo de cómo la organización y la constancia pueden abrir la puerta a la independencia financiera a una edad temprana

Lucía Francés ha conseguido algo que muchos jóvenes consideran casi imposible: comprar una vivienda antes de los treinta. Lo ha hecho en el Bronx, uno de los barrios más icónicos de Nueva York, y asegura que no fue fruto de un golpe de suerte ni de un salario extraordinario, sino del hábito constante de ahorrar y planificar sus finanzas con cabeza. Su método se basa en tres estrategias que, según ella, transformaron por completo su relación con el dinero.

La primera es la llamada Pay Yourself First, que significa págate a ti primero. Explica que durante años intentó ahorrar lo que le sobraba al final del mes, pero el resultado siempre era el mismo: no quedaba nada. Entonces decidió cambiar el orden.

En cuanto recibe su sueldo, aparta de inmediato una parte destinada a ahorro e inversión. Solo después de hacerlo organiza el resto de sus gastos. «Ahorrar dejó de depender de mi fuerza de voluntad», comenta. «Se convirtió en una prioridad automática».

La segunda estrategia tiene que ver con el consumo consciente. Lucía cuenta que empezó a analizar en qué gastaba realmente su dinero y se dio cuenta de que muchas compras no aportaban nada a su bienestar. Reducir gastos innecesarios, como pedir comida a domicilio o comprar por impulso, le permitió acumular más sin sentirse privada.

«Dentro de diez años no recordaré una hamburguesa de Uber Eats, pero sí un viaje o una experiencia especial», afirma. Por eso, decidió gastar solo en aquello que le deja recuerdos o valor a largo plazo.

«Ahorrar con intención»

La tercera regla es la del 50-30-20, un esquema sencillo para distribuir los ingresos. El 50 % se destina a necesidades básicas como vivienda, transporte y alimentación. El 30 % va al ocio y los caprichos, y el 20 % se reserva para ahorro o inversión. Aunque reconoce que cada situación es diferente, considera que esta proporción sirve como punto de partida para mantener unas finanzas equilibradas.

Gracias a la aplicación disciplinada de estas tres estrategias, Lucía Francés consiguió no solo ahorrar con constancia, sino también hacerlo de manera inteligente.

«Ahorrar con intención fue lo que me permitió comprar mi piso», resume. Su historia se ha convertido en un ejemplo de cómo la organización y la constancia pueden abrir la puerta a la independencia financiera incluso a una edad temprana.

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