Bolaños se reunió en privado con entidades financieras para presionar contra la opa al Sabadell

En el fracaso de la OPA hostil del BBVA al Banco Sabadell, el Gobierno de España no ha jugado un papel menor. Hasta tal punto de que la Comisión Europea abrió un expediente sancionador contra España a raíz de sus maniobras de cariz intervencionista para dificultar esta operación. En concreto, desde Bruselas consideran que la legislación española interfiere en las competencias exclusivas del Banco Central Europeo y los supervisores nacionales.

Pero, además de las medidas anunciadas públicamente –en especial, las condiciones draconianas impuestas por el Gobierno al BBVA, que no podría integrar al Sabadell durante al menos tres años, ampliables a cinco–, el Ejecutivo de Pedro Sánchez también maniobró en privado y detrás de las cámaras para bloquear la opa.

Según ha podido saber El Debate, el ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, protagonizó en los últimos meses reuniones informales –y no comunicadas públicamente– con entidades financieras con peso relevante en Cataluña, en las que uno de los temas clave a tratar fue trasladar un mensaje de falta de apoyo a la opa.

Al menos una de estas reuniones tuvo lugar en Barcelona, y, entre otros objetivos, en ella se buscaba «explorar consensos con voces clave del sector en lo que respecta a la falta de apoyo a la operación del BBVA», resumen fuentes conocedoras de estos encuentros, que no ven habitual la implicación de piezas notables del Gobierno en este tipo de operaciones. Desde el ministerio niegan la veracidad de estas informaciones: «Es completamente falso», aseguran.

Illa y Bolaños

En Cataluña, la OPA ha trascendido el terreno puramente empresarial al convertirse en una bandera reclamada por los nacionalistas. En esta línea, este miércoles el presidente de la Generalitat y líder de los socialistas catalanes, Salvador Illa, ha defendido que el fracaso de la operación ha sido el resultado «más positivo posible» para la comunidad, porque permite que exista «una entidad financiera con sede en Cataluña y de origen catalán que tiene una manera de hacer banca muy próxima a la pequeña y a la mediana empresa».

La semana pasada, el propio Bolaños defendió en público la labor ejercida por el Gobierno durante la OPA, que finalmente fracasó al haber sido aceptada solamente por el 25,33% de las acciones a las que se dirigía. «Por parte del Gobierno, máximo respeto a la decisión que han tomado tres cuartas partes de los accionistas del Sabadell», remarcaba.