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Planta de BSH en la localidad navarra de Esquíroz.

Planta de BSH en la localidad navarra de Esquíroz.EFE

Los elevados impuestos de Navarra provocan la marcha de Bosch-Balay mientras amplía su planta de Zaragoza

El Impuesto de Sociedades en el régimen común es del 25 %, mientras que en Navarra del 28 %

Hace casi un año que BSH, fabricante de electrodomésticos como Bosch, Siemens o Balay, anunciase el cierre de su planta en Esquíroz, Navarra, que daba empleo a más de 660 trabajadores. El motivo era que se había producido una reducción de la carga de trabajo del 50 % desde 2015 por la deslocalización de la producción a las plantas de Polonia y Turquía. De hecho, no era la primera planta que se cerraba en España.

Lo llamativo es que mientras deja de fabricar en el municipio navarro, ha reafirmado su apuesta por Zaragoza y prevé ampliar su producción en la planta de Montaña. De hecho, la firma de electrodomésticos acaba de cerrar la compra de dos parcelas colindantes con la manufactura que tiene en el barrio zaragozano de Santa Isabel. Ante esto, el Gobierno navarro no descarta llevar a la multinacional alemana ante los tribunales, ya que «en el expediente ERE de Esquíroz, se alega pérdida de competitividad y siempre han asegurado que no es por deslocalización», señalaba Mikel Irujo, consejero de Industria y de Transición Ecológica y Digital Empresarial.

Y es que, tal y como apuntan desde el digital navarro Navarra Confidencial, esto se debe a la política fiscal. En el régimen común, el Impuesto de Sociedades es del 25 %, en Navarra del 28 %. Y aunque esta semana, el Gobierno de Navarra ha anunciado que va a bajar un 3 %, y se va a equiparar, por ejemplo, al País Vasco, para ello se van a tener que seguir una serie de requisitos, que no hay que cumplir en el régimen común

Entre ellos se encuentra la obligación de mantener el empleo, el compromiso de no aplicar un ERTE por causas económicas, reducir la siniestralidad laboral o cumplir una serie de requisitos en materia de planes de igualdad.

Desde Navarra Confidencial achacan este problema para atraer y también retener inversión a que «todo hay que acordarlo con fuerzas como Podemos o Bildu». Algo que supone convivir con un marco hostil y de inseguridad.

Para ello solo hay que observar los datos. Desde 2019, Alsasua ha registrado una caída del 6 % de las empresas con la desaparición de 28 negocios. Y entre los 15 pueblos de Sakana, con 7.134 personas afiliadas a la Seguridad Social el año pasado, solo había generado 129 empleos en los últimos cinco años.

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