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Plus Ultra, la catarsis de todas las corrupciones

Cada vez todo huele más a podrido. Lo malo es que en Venezuela deben saberlo todo. Y en Estados Unidos creo que también.

Act. 21 dic. 2025 - 16:14

Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y María Jesús Montero

Pedro Sánchez, José Luis Ábalos y María Jesús Montero.Montaje de Ángel Ruiz

Cuando Pedro Sánchez defendió públicamente el viernes en Bruselas el rescate a la aerolínea Plus Ultra y aseguró que el Gobierno había actuado con «total pulcritud», empecé a preocuparme de verdad. Bueno, eso y lo de que no había tenido tiempo para hablar de la aerolínea con el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero. Todo el mundo sabe que hablan casi a diario, aunque quizá pronto empiece a decir que no le conoce de casi nada.

La declaración del presidente del Gobierno, en la rueda de prensa tras reunirse con los líderes de la Unión Europea, tenía mucho que ver con las declaraciones y detenciones en torno a la compañía que se han venido produciendo en los últimos días. Recordemos que el juez acordó ayer mismo la libertad para los tres detenidos por el llamado caso Plus Ultra, pero que también les impuso medidas cautelares como la retirada del pasaporte, la prohibición de salir de España y la obligación de comparecer en el juzgado cada quince días.

Todo el mundo sabe que Zapatero y Sánchez hablan casi a diario, aunque quizá el presidente pronto empiece a decir que no le conoce de casi nada

Y es que la investigación, aún bajo secreto de sumario, sigue en manos del Juzgado de Instrucción Número 15 tras una denuncia de la Fiscalía Anticorrupción que apunta tanto al «uso indebido» de los 53 millones de euros concedidos en pandemia a la compañía aérea como al presunto blanqueo de fondos públicos y de oro de Venezuela en varios países. Un asunto complicado al que se han unido varias denuncias más. Delcy Rodríguez se encargaba de casi todo.

Pues bien, esta misma semana, Víctor de Aldama, en una entrevista con Iker Jiménez y Carmen Porter en Cuatro Televisión se detuvo en narrar cómo fue el rescate a Plus Ultra y quién estuvo detrás del préstamo. La narración no tiene desperdicio, y ya sabemos a estas alturas que las cosas que cuenta Aldama se confirman con el paso de los días.

«Un episodio muy importante -relata el que fuera asesor de Air Europa- fue la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al Ministerio de Transportes. No lo cuento porque me lo hayan contado; yo estaba en el despacho colindante al de José Luis Ábalos con Koldo».

Cuenta Aldama que José Luis Ábalos se reunió en el Ministerio de Transportes con el expresidente del Gobierno a petición suya. Fue el exasesor del ministro quien le contó que le habían pedido esa reunión. «Esa conversación fue para decirle que era necesario rescatar a la compañía Plus Ultra». A la petición de Zapatero, «Ábalos se niega rotundamente», por lo que la conversación se vuelve «acalorada» con «un tono alto», y Aldama puede escuchar desde el despacho contiguo: «No es algo que te pida yo, es algo que está pidiendo el Presidente». Recordó también Aldama que, tras la reunión, salió «Ábalos con connotación (sic) de muy enfadado o más bien disgustado». Tras ella le preguntó Koldo: «¿Qué ha pasado con el imbécil este?». Ábalos le cuenta la petición, pero llama también al presidente para preguntarle si es cierto lo que Zapatero le pide, y éste «le dice que tiene que hacer lo que sea para rescatar Plus Ultra, sin más explicaciones». El enfado de Ábalos sube de tono y Aldama dice que se queda «indignadísimo» pero sin ninguna capacidad de maniobra.

Ábalos se quedó indignadísimo, pero sin ninguna capacidad de maniobra

La cosa fue a mayores en otra conversación que recordó Aldama en la televisión, y que es cuando Koldo García le comunica a Ábalos en su despacho que le había llegado el informe de Plus Ultra: «Es penoso, no hay por dónde cogerlo. Los técnicos del Ministerio dicen que la compañía no se sostiene», le contó Koldo a Aldama. Ábalos decidió entonces volver a llamar a Pedro Sánchez para decirle que no había manera de resolver lo de aquel informe, a lo que el presidente le repitió: «Hay que rescatar Plus Ultra sí o sí». Víctor de Aldama, que aseguró estar presente en esa conversación, recordó que, acto seguido, el ministro llamó a María Jesús Montero que, según Aldama, sentía «pasión» por Ábalos. La vicepresidenta le dijo: «No te preocupes, José. Yo me encargo de la SEPI y te vamos a ayudar». Una alegría esto de ver cómo Montero manejaba la SEPI como si -además de depender de ella- fuera también la propietaria de sus inversiones.

El caso es que no le quedó otra a Ábalos que ponerse a hacer otro informe que pudiera colar y que la SEPI autorizara el rescate. Para la elaboración de ese informe, Koldo le pidió a Víctor de Aldama que, como era asesor de Air Europa, intentara conseguir un precontrato para Plus Ultra con fecha antedatada, de cuatro a seis aviones. Siguió contando Aldama que se negó en redondo y que Koldo se enfadó «bastante conmigo, y me dice que no entiende por qué no puedo hacer una llamada» y que eso ayudaría al informe positivo. Pero finalmente no hubo mayores problemas con la SEPI, que entregó 53 millones de euros a Plus Ultra, «de los cuales -me dijo Koldo- un día: ya estará contento el imbécil este -se refería a Zapatero-, que va a percibir sus 10 millones de euros en Panamá».

Capítulo aparte tuvieron en la entrevista de Cuatro las informaciones -con fotografía incluida- que desvelaban que Zapatero usaba un móvil desechable para comunicarse con algunos empresarios. «Yo sí puedo decir algo al respecto. Fue en un trayecto que hicimos juntos (…) a Venezuela, donde sacó y puso encima de la mesita uno pequeño de estos que no tienen internet. Yo lo vi, pero no fui el único». Todo esto me recordó las informaciones que ha publicado Alejandro Entrambasaguas la semana pasada no ya sobre la advertencia de Zapatero a la cúpula de Plus Ultra de su inminente detención; sino sobre que el expresidente se comunicaba con Julio Martínez, alias Julito, el empresario detenido por la Policía Nacional en la investigación por blanqueo de capitales de la aerolínea venezolana Plus Ultra, a través de un teléfono móvil de prepago del que se deshizo tras reunirse con él.

Tal y como señalaban las informaciones en este periódico, ese terminal -un Nokia 3310 sin acceso a datos ni aplicaciones- formaba parte de un sistema de comunicaciones diseñado expresamente para evitar cualquier rastro de contacto entre ambos. Zapatero, según contaba Entrambasaguas, entregó uno de esos teléfonos a Martínez para que se deshiciera de él una vez finalizada la cita de El Pardo, 72 horas antes de que se detuviera a la cúpula de la aerolínea.

Cada vez todo huele más a podrido. Y no hay que irse a Dinamarca. Lo malo es que en Venezuela deben saberlo todo. Y en Estados Unidos creo que también.

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