Los estudios más pequeños poseen 20 metros cuadrados y se alquilan desde 769 euros
La emergencia habitacional de las grandes urbes
Un nuevo modelo de vida que se abre paso: estudios de solo 20 m² por 769 euros en Alcobendas
Se trata de viviendas que, si bien van dirigidas a estudiantes, acaban seduciendo a otros perfiles por su flexibilidad y su oferta de servicios, más propios de un hotel
Un nuevo modelo de vivienda, y por tanto, de vida, se abre paso cada vez con más fuerza. 2022 ha significado definitivamente la consolidación de un tipo de residencia en las grandes ciudades –o al menos, cerca de ellas–, que apuesta por la flexibilidad, una derivada inseparable de la pandemia.
En Europa, el mercado de viviendas que se alquilan por meses, de tamaño escaso o muy justo, incluso para una sola persona, y precios altos, pero ajustados a la coyuntura actual, cuyo punto fuerte es incluir servicios propios de un hotel, lleva tiempo funcionando y triunfando.
España, con Madrid y Barcelona, las dos ciudades donde existe mayor emergencia habitacional, a la cabeza, parece haberse agarrado de manera definitiva a esta tendencia. Un alquiler que se sitúa entre el modelo tradicional de un contrato por años y la vivienda vacacional.
Miniapartamentos en Alcobendas
Livensa Living ha inaugurado en la ciudad de Alcobendas, al norte de Madrid, un complejo «de alojamientos temporales y flexibles».
La oferta pasa por los estudios con cocina, de tan solo 20 metros cuadrados, que tiene dos tipos. La standard, en las tres primeras plantas, cuyo precio parte de los 769 euros al mes siempre y cuando se alquile un semestre como mínimo y la superior, situados en las plantas 4ª y 5ª, cuyo precio es de 802 euros al mes, también con el requisito de alojarte seis meses.
Los apartamentos de 30 metros cuadrados, que tienen cama independiente, van desde los 989 euros al mes para los standard, a los 1.210 euros al mes para los premium con terraza, quedando entre medias los superiores con terraza, que cuestan 1.099 euros.
En el precio, va incluido la utilización y disfrute de zonas comunes como piscina, pista de pádel, gimnasio o las áreas de coworking.
Este complejo se sitúa en las afueras de la citada urbe de Alcobendas, a unos 24 kilómetros del centro de la capital. En transporte público, necesitaríamos unos 45 minutos de media para estar en la zona centro de Madrid, gracias a que tenemos la estación de La Granja a tiro.
Aunque la idea original parecía ir enfocada a estudiantes, la emergencia habitacional que hay en Madrid hace que este tipo de oferta atraiga a otros perfiles.
En los alrededores de la capital, no es la única alternativa disponible de este tipo. En la otra punta, es decir, al sur de Madrid, y más concretamente en Rivas-Vaciamadrid, podemos encontrar el edificio que acaba de abrir Be Casa.
En este caso, se trata de miniapartamentos de 25 metros cuadrados, es decir, cinco más que los más pequeños de los que hay en Alcobendas, y cinco menos que los más grandes, por 788 euros como mínimo. Esta firma inaugurará próximamente otros dos complejos más, uno, en San Sebastián de los Reyes, ciudad vecina de Alcobendas, y otra, en el nuevo barrio de Valdebebas, junto al aeropuerto de Barajas.
Una nueva era
Parece obvio que se abre una nueva era. Según un estudio de Homelike, que cita El País, la demanda de alquiler para viviendas de media estancia se habría cuadriplicado en Europa, mientras que en España se ha multiplicado por tres.
El perfil de los inquilinos suele ser internacional, o bien estudiantes y universitarios o ejecutivos que trabajan en un determinado proyecto y necesitan vivir en una ciudad concreta durante unos meses.
La oferta de instalaciones y servicios para cubrir sus necesidades, más propias de un hotel que de una casa tradicional, parece convencer a este tipo de clientes, que encuentra lo que necesita en un único edificio aunque sea a costa de vivir en un espacio de tamaño cuestionable como 20 o 25 metros cuadrados y en la periferia de las grandes urbes.
El perfil de los inquilinos suele ser internacional, o bien estudiantes y universitarios o ejecutivos que trabajan en un determinado proyecto y necesitan vivir en una ciudad concreta durante unos meses.
La oferta de instalaciones y servicios para cubrir sus necesidades, más propias de un hotel que de una casa tradicional, parece convencer a este tipo de clientes, que encuentra lo que necesita en un único edificio aunque sea a costa de vivir en un espacio de tamaño cuestionable como 20 o 25 metros cuadrados y en la periferia de las grandes urbes.
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