Varios niños a su llegada al colegio
El nuevo libro de Educación en valores cívicos y éticos: frases, imágenes y materias en una sola dirección
La asignatura se divide en seis unidades en las que se ensalza la figura de la mujer por encima de la del hombre
«Niños y niñas», «alumnos y alumnas», «padre y madre»… la Ley Celaá o LOMLOE ha cumplido su promesa. En la asignatura de Educación en valores cívicos y éticos muestra, que se impartirá dos horas a la semana en tercero de la ESO, muestra varios ejemplos de de lenguaje inclusivo y acciones que podrían ensalzar a figura de la mujer por encima de la del hombre.
La nueva asignatura se divide en seis unidades: «Abro mi horizonte, somos personas, somos ciudadanos, somos ciudadanos del mundo, sintetiza y recapitula y desarrolla tu competencia global». Además, en cada uno de estos epígrafes, deberán superar tres bloques de proyectos.
No hay que avanzar mucho en el manual, página seis, para ver la primera frase: «Escojo el caso que más me ha llamado la atención y me documento sobre la cultura del país de procedencia del niño o la niña» o «tu profesor o profesora te evaluará».
No hace falta avanzar mucho para ver el apartado de «la diferencia sexual» y el «feminismo». En la página 16: «Se debe luchar contra una construcción social de género que coloque a una mujer en una situación de inferioridad respecto del varón». En la siguiente página, en el margen derecho, aparecen la escritora Mary Wollstonecraft y la filósofa Simone de Beauvoir, ambas feministas, para hablar de «la defensa de la dignidad de la mujer y la supresión de toda forma de violencia ejercida contra ella».
La diferencia sexual no puede considerarse un simple tributo de la persona»Neuropsiquiatra
«La diferencia sexual no puede considerarse un simple tributo de la persona». Esta frase de la neuropsiquiatra Mariolina Ceriotti aparece en una de las unidades del libro. No obstante, a lo largo del libro los alumnos pueden encontrar más frases «reflexivas» y relacionadas con el temario.
Educar a través de imágenes
Una imagen vale más que mil palabras. Son más gráficas, visuales e impactantes. En la página 31 del libro: Violación de derechos humanos y condena, aparecen tres fotografías. La última de ellas muestra cómo un hombre maltrata a una mujer, y debajo una pregunta a resolver: «¿Por qué crees que las imágenes que has seleccionado implican un ataque directo de los derechos humanos?».
En la página 57 aparece una actividad que podría sorprender a muchos: «Emon trabaja como mecánico y Roshni como hilandera. Debatid si hubiera sido posible ser al revés: que la niña trabajara como mecánica y el niño hilando alfombras». A esta pregunta le acompaña la imagen de una mujer limpiando la casa y con un bebé en brazos. Al lado, la misma imagen pero con figura masculina.
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