El alcalde de Cádiz Jose Maria Gonzalez «Kichi» durante un acto electoral en 2015.
El Ayuntamiento de Cádiz no se fía de los profesores de Secundaria y enseña la Guerra Civil a su manera
El consistorio gaditano edita una guía paralela a los libros de texto para que los docentes se sirvan de ella para mostrar «el golpe de Estado» de 1936 y la «represión» en la ciudad de las tropas franquistas
El Ayuntamiento de Cádiz ha editado dos 'cuadernos didácticos' que van destinados al alumnado de 4º de la ESO y de 2º de Bachillerato para «dar un paso más en las tareas de la verdad, la justicia, y la reparación y no repetición» de lo que sucedió durante el «golpe de Estado» de 1936 y la posterior «represión».
La iniciativa del equipo que preside José María González Santos 'Kichi', quiere enmarcarse dentro de lo que dispone la nueva ley educativa vigente, la LOMLOE, respecto a lo que se ha venido a llamar «memoria democrática» y como parte del currículum educativo. Lo cierto es que ambas guías, editadas por el consistorio a través de la delegación de Memoria Democrática, parecen presentarse como una alternativa a la visión que de aquel periodo de la historia de España se ofrezca en los libros de texto y por parte del profesorado.
El clero no quería perder privilegios
«Es deber de las administraciones públicas proporcionar todas las herramientas necesarias para que la ciudadanía y en especial, las nuevas generaciones, conozcan todo el contexto político y social de cada uno de los acontecimientos sucedidos en su ciudad», dice el alcalde en el saludo institucional.
Cuaderno didáctico de la ESO editado por el Ayuntamiento de Cádiz
«Espero que, a través de esta iniciativa, el profesorado pueda abordar con el alumnado uno de los episodios más negros de nuestra reciente historia», añade.
Entre los contenidos del cuaderno, se asegura que la sociedad gaditana de inicios de siglo XX era «políticamente muy conservadora y relacionada con el mundo marítimo». El clero de la Iglesia Católica «contaba con poco más de medio millar de miembros» con «una actitud muy conservadora y temerosos de perder sus privilegios por las políticas laicas de la República».
Obviamente, la posición de toda clase relevante a lo largo de la Historia siempre ha sido la de temor a perder su posición de privilegio, pero también había miedo por parte de los religiosos en España a sufrir persecución, como atestiguan los incendios de iglesias durante el periodo republicano. Pero esto no se cuenta.
Represión... solo en un bando
Respecto a la represión que se vivió en la ciudad, se da cuenta de los asesinatos que ejecutaron «el ejército, las milicias y los falangistas», cuando la Guerra Civil comenzó en la ciudad tras la sublevación del 18 de julio. De una manera sesgada, se omite cualquier referencia a los asesinatos de religiosos o terratenientes por parte de las milicias incontroladas del Frente Popular, a las que el Gobierno republicano tardó en poder atar en corto.
Además, se alude a que el triunfo de los sublevados en aquella parte del país «desató un brutal movimiento represivo» a cargo de la Guardia Cívica, que organizó Ramón de Carranza. Este hombre es importante porque dio nombre al estadio donde juega el equipo local. Así, el Ayuntamiento le vincula con una parte del pasado que justificaría que el campo ya no se llame así.
Por otra parte, la guía olvida por completo los sucesos de Casas Viejas. También conocidos como la masacre de Casas Viajes, una población gaditana, fueron sin ninguna duda uno de los hechos más trágicos de la Segunda República. Lo sucedido afectó directamente a la coalición republicano-socialista de Manuel Azaña, cuyo gobierno fue sustituido tras el triunfo electoral de las derechas en 1933. La represión ejercida por parte de las fuerzas del orden contra campesinos, influenciados por la CNT anarquista, hizo saltar por los aires la visión idílica del periodo republicano que guías como las del Ayuntamiento quieren mostrar a los estudiantes. Sin contar sucesos como este de Casas Viejas, que Cádiz tuvo tan cerca, u otros como la Revolución de Asturias de 1934, se hace muy complicado explicar por qué diversas fuerzas contrarias decidieron apoyar la insurrección de 1936 y el posterior conflicto armado, la trágica Guerra Civil.
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