Pilar Alegría, tras su última rueda de prensa como portavoz del Gobierno
Críticas del sector educativo a Alegría tras su marcha: «No llega al aprobado»
Critican que ha estado «ocupada» con la portavocía del Gobierno y piden que su sucesor se centre «exclusivamente» en la Educación
La comunidad educativa se ha despedido de la hasta ahora ministra de Educación, Pilar Alegría, que ha anunciado este lunes su salida del Ministerio de Educación, Formación Profesional y Deportes tras cuatro años y medio como titular para ser candidata del PSOE en las elecciones de Aragón, que se celebrarán el 8 de febrero de 2026. Diferentes asociaciones y sindicatos educativos han valorado a la ministra diciendo que se va del cargo «dejando mucho sin hacer», como han afirmado desde CCOO.
La secretaria general de la Federación Enseñanza de CCOO, Teresa Esperabé, ha afirmado que Alegría «no llega al aprobado». «Es final de trimestre y los docentes estamos poniendo notas y evaluando. Entonces, evaluamos también a la ministra, que no llega al suficiente», ha dicho en declaraciones a Europa Press.
«Se va y la supuesta legislatura del profesorado sigue sin concretarse. Parecía y se había anunciado que llegaría la legislatura del profesorado, pero se va sin que eso haya pasado», ha subrayado, y ha afirmado que aunque «ha habido bastantes avances», la titular de Educación sale del ministerio «sin concluir el anteproyecto de ley y dejando una lentísima negociación del estatuto docente».
Esperabé también ha criticado que durante los cuatro años y medios de Alegría al frente de Educación «ha habido poca interacción con la comunidad educativa y que se ha centrado en la portavocía del Gobierno».
Avances efímeros
Por su parte, la responsable de educación de UGT, Beatriz García, ha asegurado que la comunidad educativa «se queda huérfana». «Teníamos muchas expectativas con ella pero no hemos logrado avanzar, no se han mejorado ni revertido los recortes de 2012», ha expresado, al tiempo que ha añadido que desde UGT valoran su «predisposición» pero que han echado en falta «una culminación de lo prometido».
Aun así, García ha explicado que ha habido un avance aunque haya sido «efímero». «No hemos logrado apenas avanzar en la negociación hacia el futuro estatuto docente o hacia una mejora de las condiciones reales del profesorado», ha lamentado.
«Nos sentimos decepcionados porque esperábamos que en este final de legislatura hubiera un pequeño impulso que fuera más allá del anteproyecto de ley que ha planteado sobre horas lectivas y reducción de las ratios», ha añadido la responsable de Educación de UGT.
Mientras, el responsable de educación del CSIF, Mario Gutiérrez, ha coincidido con Esperabé y ha asegurado que la parte positiva de la labor de Alegría ha sido «la agilización respecto a la reforma del profesorado y la respuesta se ha producido con la ley de reducción de ratio y de horario lectivo», pero que, también han «echado en falta todo el proceso de negociación, que ha sido prácticamente nula, por lo que no podemos darle a Alegría la nota positiva que nos gustaría haber dado», ha apuntado.
Por otra parte, el presidente de la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), Alfonso Aguiló, ha asegurado que aunque han tenido «buena interlocución» con Alegría, la educación «necesita unas mayorías más estables y más centradas en buscar grandes acuerdos que garanticen un futuro mejor», y ha insistido en que la educación «debe situarse al margen de la confrontación política y de planteamientos ideológicos».
Sin embargo, desde Escuelas Católicas han expresado que la enseñanza concertada se ha sentido «desatendida» especialmente por la «ausencia de espacios estables de diálogo y de reuniones de trabajo con el Ministerio», al tiempo que han enfatizado en «que las promesas públicas realizadas en 2024 para cumplir la obligación legal prevista en la LOE y constituir la comisión de estudio del coste real del puesto escolar, no se hayan materializado», como han escrito en un comunicado.