
Alfonso Rueda, vicepresidente primero de la Xunta de Galicia
Alfonso Rueda y Francisco Conde, los vicepresidentes que aspiran a suceder a Feijóo en la Xunta
Rueda, de más perfil político, es la eterna mano derecha del futuro líder del PP. Conde es un profesor que ocupa la cartera de Empresa e Innovación
En gallego, hay una diferencia muy sutil entre «último» y «derradeiro». «Derradeiro» se usa para referirse a los elementos de una serie cuando ésta se cierra definitivamente; en el caso de «último», dicha serie puede continuar. Cuando en 2018 Rajoy retomó su carrera de registrador y Feijóo decidió quedarse en el vestuario y no optar a presidir el PP español, en Galicia se dijo mucho, principalmente desde la bancada rival, que el presidente de la Xunta había dejado pasar la «derradeira» oportunidad de dar el salto a la política nacional. Todo indica que esos agoreros se equivocaban. Se ve que hay trenes que pasan dos veces en la vida.
Todo indica que Alberto Núñez Feijóo (Os Peares, 1961) hará, al fin, lo que sus adversarios llevan anunciando desde su primer mandato al frente del Gobierno: irse a Madrid. Como el miércoles le recordó a la ahora líder de la oposición, la nacionalista, Ana Pontón, muchos de los que se sentaban a su lado ya llevan un tiempo en la capital de España. El caso más significativo es el de Yolanda Díaz: se pasó años anunciando la inminente marcha de Feijóo a Madrid, pero fue ella la que, en enero de 2016, acabó abandonando el Parlamento gallego para irse al Congreso de los Diputados.
La primera vez
Si ocurre lo previsto, la que vivirá la Xunta en breve es una situación sin precedentes. Ninguno de sus presidentes ha renunciado jamás por propia voluntad. Gerardo Fernández Albor (PP) fue desalojado mediante una moción de censura promovida por su vicepresidente, Xosé Luís Barreiro, que dio lugar a un tripartito. Su sucesor, el socialista Fernando González Laxe, habría permanecido en el cargo de haber conseguido un escaño más ante Manuel Fraga, en la que fue la primera aparición en unas autonómicas del fundador del Partido Popular. Tras cuatro mayorías absolutas, el León de Villalba ganó por quinta vez las elecciones, pero perdió el mando por la misma diferencia por la que había conquistado el gobierno, un único escaño. Dio paso a un bipartito del PSdeG-PSOE con el BNG presidido por el socialista Emilio Pérez Touriño, quien fue derrotado a la primera por Alberto Núñez Feijóo, quien ha logrado igualar el récord de Fraga de cuatro mayorías absolutas. Todo indica que esa plusmarca no se ampliará.
Tras la marcha de Feijóo, el presidente del Parlamento gallego, el popular Miguel Santalices, dispondrá de un plazo máximo de un mes para presentar un candidato. Éste ha de ser necesariamente diputado, así que el abanico de opciones es corto. Y se reduce todavía más si se acota los que, por su posición en el Gobierno, tienen realmente posibilidades.Dos vicepresidentes
Dos personas suenan como sucesores inmediatos, los dos que se sientan a la derecha de Feijóo en el Parlamento Gallego. Son sus dos vicepresidentes.
La situación le resultará familiar al de Os Peares. En el último Gobierno gallego de Fraga había también dos vicepresidentes: Alberto Nuñez Feijóo y José Manuel Barreiro. Cuatro personas optaron a suceder a don Manuel como líderes del Partido Popular de Galicia (PPdeG), pero solo dos de ellas lograron el número de avales necesario para optar a la presidencia en el congreso convocado para tal fin: fueron Feijóo y Barreiro. No llegó a haber mano a mano, porque la insistencia del fundador popular en que concurriesen unidos tuvo éxito: se presentó una única candidatura, con el primero de presidente y el segundo de vicepresidente.
Feijóo cuenta en la actualidad con dos vicepresidentes: Alfonso Rueda y Francisco Conde. Según todos los pronósticos, uno de ellos será el próximo presidente de la Xunta de Galicia.
Alfonso Rueda
Alfonso Rueda Valenzuela (Pontevedra, 1968), hijo de un político histórico del PP gallego, se licenció en Derecho en la Universidad de Santiago de Compostela y muy joven se sacó una plaza de funcionario como secretario local.
Entró en política en Nuevas Generaciones, colectivo del que fue elegido secretario general en 1993. Lleva a la vera de Feijóo desde que el 15 de enero de 2006, cuando el de Os Peares fue elegido presidente del PP gallego, y éste lo nombró su secretario general. Junto con Rosa Quintana (conselleira de Mar) es la única persona que ha formado parte de todos los gobiernos diseñados por el presidente, es decir, desde el 2009 hasta hoy. Entonces fue nombrado conselleiro de Presidencia, Administraciones Públicas y Justicia. Hace ya diez años, en 2012, fue designado como vicepresidente primero.
En 2016 dejó su responsabilidad como secretario general y pasó a ser presidente provincial del PP de Pontevedra, con el complicado objetivo de mejorar los apoyos en una provincia donde su partido obtiene los resultados más flojos. Misión harto complicada puesto que las alcaldías de las dos ciudades más importantes, Vigo y Pontevedra, están consolidadas en manos, respectivamente, del PSOE y el BNG, partidos que controlan además la Diputación. Desde el Ayuntamiento vigués, Abel Caballero, que es el alcalde de una gran ciudad con más porcentaje de voto de la historia de la democracia, hace una oposición frontal al Gobierno de la Xunta. En las últimas elecciones autonómicas, los populares ganaron en esa provincia, pero perdieron un escaño, lastrados por lo votado por Vigo, donde el PP logró ser la lista más apoyada pero solo por unos centenares de votos.
Desde la crisis de Gobierno del 2020 es vicepresidente primero y conselleiro de Presidencia, Justicia y Turismo. Entre sus responsabilidades figura llevar a buen puerto el Xacobeo más largo de la historia. Pero Rueda es más de grandes zancadas que de pasos de peregrino. Sale a hacer running tres o cuatro veces por semana, y es un habitual de las carreras populares. Estamos, pues, ante un corredor de fondo. También en la política.
Francisco Conde
El otro vicepresidente tiene un perfil público más bajo y mucho más técnico. Fue designado en 2020, en la última remodelación de Gobierno, con la que Feijóo reordenó su equipo para afrontar con mayores garantías las consecuencias de todo tipo derivadas de la pandemia. Entre ellas destacan, además de las sanitarias, las económicas, y precisamente Francisco José Conde López (Monforte de Lemos, 1968) fue nombrado vicepresidente segundo y conselleiro de Economía, Empresa e Innovación.
Este licenciado en Ciencias Económicas y Empresariales por Universidad Complutense de Madrid, y doctor en Ciencias Económicas y Empresariales por el mismo centro educativo, fue profesor y ostentó diversos cargos de responsabilidad en la Universidad CEU San Pablo entre 1995 y 2009, cuando pasó a ser consejero técnico (asesor) del presidente de la Xunta. En 2012 dio el gran salto al ser nombrado Conselleiro de Economía e Industria y tres años después –en plena crisis– asumió también las competencias de Empleo.
Los otros
Además de los vicepresidentes, hay otros tres diputados cuyos nombres aparecen en las quinielas. No obstante, su nombramiento sería una sorpresa absoluta. Se trata de Elena Candia, presidenta del PP en Lugo; Pedro Puy, portavoz popular en el Parlamento gallego; y Diego Calvo, presidente del PP en la provincia coruñesa y vicesecretario del PPdeG, y quien, por cierto, fue el apoyo temprano más importante que recibió Pablo Casado en Galicia cuando el palentino se postuló como candidato a la presidencia popular.
Presidencia del PPdeG
Otro melón que tendrá que abrir Feijóo es el de la presidencia del PPdeG. Ese cargo es incompatible con la presidencia nacional. Es lógico pensar que lo sustituirá la misma persona que lo relevará como máximo mandatario de la Xunta, puesto que el elegido será, porque así lo marcan los estatutos, el candidato del PP a la presidencia de la Xunta en las próximas elecciones. En todo caso, a este cargo ya podrían aspirar otros conselleiros, y no solo los que actualmente tienen escaño en el Parlamento, que son Rueda y Conde. Entre el resto, un nombre que sonó tiempo atrás como futurible aspirante presidencial fue el del responsable de la cartera de Cultura, Román Rodríguez, el hombre que supo enmendar la política educativa de la Xunta durante la crisis del coronavirus.