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20 de abril de 2024

El palacio de las Marismillas, en una imagen de archivo

El palacio de las Marismillas, en una imagen de archivoEFE

Exclusiva El Debate

El Gobierno se gastó 335.000 euros de los Fondos Europeos en mejoras en el palacio de vacaciones de Sánchez

El Debate publica los documentos oficiales que demuestran el uso de dinero de Bruselas en remodelar hasta el solárium de Las Marismillas, el lugar preferido del presidente para descansar, adjudicando la obra, además, sin concurso público

El Gobierno de España, a través de un organismo público como Parques Nacionales, ha dedicado dinero procedente de los Fondos Europeos, legalmente dedicados a rescatar la economía española, a rehabilitar, pintar y hacer más cómodo el lugar de vacaciones favorito de Pedro Sánchez, el palacio de Las Marismillas, en Doñana.
Así consta en la documentación oficial a la que ha accedido El Debate tras meses de investigación, donde se registra un gasto de más de 335.083 euros a mejorar el «hotel» al que el presidente acude cada verano con su familia y amigos, sin dar cuentas de su actividad privada en un edificio público pese a las resoluciones formales del Consejo de Transparencia que ya le han obligado a ello, sin ningún éxito.
El presupuesto dedicado por el Gobierno a hacer más cómodo el Palacio procede del llamado Mecanismo de Recuperación y Resiliencia (MRR), la herramienta dependiente de los Fondos Next Generation de la Unión Europea creada para rescatar a los países que, como España, vieron hundirse su economía por la pandemia de coronavirus.
Dichos fondos no incluyen entre sus destinos la reparación de palacios vacacionales, tal y como precisa el propio Gobierno, a través del Ministerio de Hacienda, dando detalles de cuáles son sus cuatro fines:
«El MRR tiene cuatro objetivos principales: (1) Promover la cohesión económica, social y territorial de la UE. (2) Fortalecer la resiliencia y la capacidad de ajuste de los Estados Miembros. (3) Mitigar las repercusiones sociales y económicas de la crisis de la COVID-19. Y (4) apoyar las transiciones ecológica y digital. Todos ellos van dirigidos a restaurar el potencial de crecimiento de las economías de la UE, fomentar la creación de empleo tras la crisis y promover el crecimiento sostenible».
Sin embargo, una parte de un dinero que ya está bajo sospecha por el sistema de gestión elegido por Sánchez, ajeno a una oficina presidida por una autoridad como en otros países europeos y centralizado en la propia Moncloa, se dedicó a algo bien distinto, sin reparar en gastos tan desmedidos con más de 25.000 euros solo en mejorar el solárium donde el presidente y su mujer, Begoña Gómez, probablemente disfruten de los atardeceres estivales de Doñana.
Documento oficial obtenido por El Debate con el total del presupuesto gastado en el palacio vacacional de Pedro Sánchez

Documento oficial obtenido por El Debate con el total del presupuesto gastado en el palacio vacacional de Pedro SánchezEl Debate

La excusa de la «biodiversidad»

Parques Nacionales, organismo autónomo que se encarga de la gestión de Las Marismillas y depende del Ministerio de Transición Ecológica, ha justificado la reforma alegando que servirá para «para facilitar su utilización (…) por potenciales usuarios y visitantes, su gestión y su uso público, y pretenden corregir situaciones que son consecuencia de un déficit de inversiones de mantenimiento de estas infraestructuras provocado por las dificultades presupuestarias que el Organismo arrastra desde hace casi una década y que impiden usos potenciales que podrían generar una mayor actividad en el entorno comarcal».
Además, esgrime sin demasiado pudor que el epígrafe de «Conservación y restauración de ecosistemas y su biodiversidad», del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR), es el que justifica el enorme gasto, alegando que uno de los objetivos del dinero de Bruselas es «alcanzar un buen estado de conservación de los ecosistemas mediante su restauración ecológica cuando sea necesaria, y revertir la pérdida de biodiversidad, garantizando un uso sostenible de los recursos naturales y la preservación y mejora de sus servicios ecosistémicos».
La respuesta de Parques Nacionales a El Debate apelando a la “biodiversidad” para reformar el palacio preferido de Sánchez.

La respuesta de Parques Nacionales a El Debate apelando a la «biodiversidad» para reformar el palacio preferido de SánchezEl Debate

Una «restauración ecológica» que pasa por reparar los tejados y fachadas del palacio; arreglar puertas, cristaleras y balcones; pintar los interiores y las fachadas del complejo; además de reformar el solárium del que puede disponer Sánchez, entre otras obras, cuyo coste total presupuestado asciende a 335.083,13 euros.
Pero si se baja más al detalle de la obra, hay elementos llamativos como que, solo en pintura, el Gobierno se ha gastado un total de 46.371,50 euros, sin contar mano de obra, o que el coste total de la restauración de los miradores del Palacio asciende a 25.725,19 euros.
Sin olvidar los 23.544,53 euros destinados a la reforma integral del solárium, que consiste en la sustitución de puertas normales por puertas correderas, la instalación de una segunda puerta con contraventana y la remodelación de una parte del techo.
Pero junto a ello, resulta llamativo que dichas reformas sean consideradas urgentes, y se dan un plazo de diez meses para su realización, circunstancia que esgrimen para justificar que el encargo sea realizado a la empresa pública TRAGSA, «ante la falta material de tiempo para la tramitación de un hipotético procedimiento abierto, incompatible con el inicio y ejecución al menos parcial de dichos trabajos en el presente ejercicio de 2021».
Y es que parece que Sánchez quería tener la reforma lista cuanto antes, con la excusa de que, además, «el Palacio tiene un significativo papel institucional, ya que ha sido y es regularmente visitado por altas personalidades de la política nacional e internacional, constituyendo un escenario privilegiado de la difusión a alto nivel de los valores de la biodiversidad en nuestro país y de los avances de la administración en su gestión».
Transición Ecológica intenta justificar hasta la reforma de un solárium diciendo que mejora el “uso público” de un espacio que no tuvo visitas institucionales en todo un año

Transición Ecológica intenta justificar hasta la reforma de un solárium diciendo que mejora el «uso público» de un espacio que no tuvo visitas institucionales en todo un añoEl Debate

La realidad es que, por ejemplo, en 2019, Las Marismillas no tuvo ninguna visita institucional y su único uso conocido fue el privado vacacional del líder del PSOE.
De esta manera, la empresa pública TRAGSA es la encargada de la enorme reforma de Las Marismillas que el Gobierno está acometiendo a cuenta del dinero europeo.
Junto a ello, bajo la presidencia de Sánchez, otras dos obras menores más también han servido para poner a punto Las Marismillas. La primera, realizada en 2020 y por un importe de 27.438 euros, según detalla la documentación con la que cuenta este diario, se ha realizado «en la planta primera de la «casa de guardería» al sureste del Palacio» donde existe un pequeño palomar «en desuso desde hace muchos años».

El Gobierno se sirve del fondo de resiliencia y del entorno ecológico de Doñana para tratar de justificar hasta la reforma del solárium donde veranea Sánchez con familia y amigos que se niega a detallar

Junto a ella, Parques Nacionales también ha comunicado a El Debate que existe una segunda obra en 2020 por importe de 12.923 euros: la reparación del cuarto de la plancha del Palacio, una reforma que se realizó de forma urgente debido a las filtraciones de agua y las malas condiciones del interior del techo y que, «al tratarse de una cuestión sobrevenida, descubierta cuando se produjo la caída del falso techo, no ha podido preverse entre los trabajos del mantenimiento ordinario del edificio planificados en su día».
De esta manera, parece que Sánchez no ha escatimado en esfuerzos a la hora de poder disfrutar de las residencias oficiales y reformarlas si es preciso para que estén siempre a punto a la hora de su llegada. Lo que ocurre es que esta vez lo ha hecho con cargo a unos fondos urgentes de la UE canalizados por medio del MRR y al que el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia ha ofrecido cobertura.
No se alcanza a ver qué relación guarda todo ello con el objetivo de trasladar a la «economía real» la inversión pública que pretende, se dice, sacar a España de la precaria situación económica en que se encuentra y de qué modo se cohesiona social y territorialmente el país, a la par que se fomenta la igualdad de género.

El «domicilio» de Sánchez

El uso lúdico de Las Marismillas por parte de Sánchez, como del Falcon para asuntos privados, ha generado una larga controversia prácticamente desde que tomara posesión y se estrenara con un viaje a Castellón, en el avión oficial, para asistir con su esposa a un concierto de The Killers.
Pero no es una mera crítica política: los organismos oficiales, con rango legal, le han reprendido sistemáticamente por comportamientos reiterados que en el pasado le costaron muy caro a otros cargos públicos –recuérdese el célebre caso de Alfonso Guerra y el Mystére en 1988– y que Sánchez, sin embargo, ignora.
Por ejemplo, el Consejo de Transparencia y Buen Gobierno ya le obligó a ello mediante su resolución 162/2020, de 3 de julio, exigiéndole detallar cuántas veces a lo largo de 2019 había hecho uso del palacio de Las Marismillas con su familia, amigos o cualquier tipo de acompañante privados.
El presidente se negó a hacerlo, tras múltiples requerimientos de Transparencia, amparándose en la esfera de la intimidad propia y de su familia, en el que es «su domicilio». Para después añadir, presionado por las circunstancias, que no constaba «la existencia de un registro» de los acompañantes privados.
Sin embargo, desde Parques Nacionales, organismo responsable del palacio sito en Doñana se informó que a lo largo de 2019 no se «ha producido ninguna visita institucional», reconociendo la permanencia de Sánchez, que estuvo acompañado por, entre otros, su familia durante los días 6 y 21 de agosto y mostrando que se hace un uso particular para el presidente y sus amigos y familia, sin actividad presidencial alguna.
El gasto de 335.000 euros en Las Marismillas se presupuestó en el ejercicio de 2021 y se ejecutó entre ese año y el vigente 2022, sin que conste expresamente en qué momento están las obras, aunque por el plazo señalado en la documentación de El Debate todo indica que estará listo para las vacaciones de Sánchez del próximo mes de agosto.
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