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13 de mayo de 2024

El abogado Iñigo Iruin y la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, a su llegada para declarar ante el Tribunal Supremo, a 14 de septiembre de 2022, en Madrid (España). El magistrado del Tribunal Supremo (TS) Pablo Llarena ha citado a la exdiputada de la CUP Anna Gabriel para que acuda a declarar, como procesada por un delito de desobediencia por su posible implicación en la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) de Catalunya.La citación tiene lugar después de que Gabriel se entregara al Alto Tribunal el pasado 19 de julio, luego de estar cuatro años en Suiza tras ser procesada en 2018 por su presunta participación en la DUI.
POLITICA 
Ricardo Rubio - Europa Press

El abogado Iñigo Iruin y la exdiputada de la CUP, Anna Gabriel, a su llegada para declarar ante el Tribunal SupremoEuropa Press

Justicia

Anna Gabriel niega su desobediencia en el 1-O y el Supremo le comunica su procesamiento

La acusación que pesa sobre la exdiputada de la CUP no conlleva pena de prisión sino multa e inhabilitación

La exdiputada catalana Anna Gabriel, portavoz de de la CUP en el Parlament durante la legislatura del referéndum inconstitucional del 1-O y prófuga de la Justicia española, en Suiza, durante más de cuatro años, se ha sentado hoy ante el juez instructor del procés en el Supremo, el magistrado Pablo Llarena. Ante él, la expolítica ha negado que desobedeciera el mandato del Constitucional que declaró inconstitucional la celebración de la consulta, porque no recibió «ningún requerimiento» del citado Tribunal.
Con una imagen muy diferente a la que solía acompañarla durante su etapa más activa en la política catalana, Gabriel ha comparecido esta mañana ante Llarena, tras entregarse al Tribunal el pasado mes de julio, para cumplir con el trámite de declaración indagatoria, en la que se le ha comunicado formalmente su procesamiento por un delito de desobediencia que no conlleva pena de prisión, sino de multa e inhabilitación para el ejercicio de empleo o cargo público, de hasta dos años.
Fuentes jurídicas han informado cómo la exdiputada ha negado rotundamente que recibiera un requerimiento personal del Tribunal Constitucional prohibiendo la adopción de ciertos acuerdos en el Parlament, por lo que ha rechazado que su participación en los hechos sea constitutiva de un delito de desobediencia.
Gabriel ha respondido así a la única pregunta que le ha formulado la Fiscalía, tras negarse a contestar a las cuestiones planteadas por la Abogacía el Estado y por la acusación popular que ejerce Vox en la causa.

Quince minutos

La comparecencia apenas ha durado un total de 15 minutos y, ahora, el magistrado deberá dictar un auto de conclusión del sumario y remitir el caso a la Sala Segunda del Alto Tribunal para revisar el procedimiento que, previsiblemente acabará en un juzgado de lo penal de Cataluña, puesto que la pérdida de la condición de aforada de Gabriel, quien ya no es cargo público, así lo determina.
A su salida del Supremo, la exdiputada ha dicho que «los principios siguen intactos como no podría ser de otra manera» y ha agradecido el apoyo «a las personas solidarias que han estado al lado de todas las personas multadas, perseguidas» y que «nunca se habría tenido que producir la judicialización».
Visiblemente emocionada porque «son 4 años y medio lejos de casa», Gabriel -que no tiene previsto establecerse en España sino que continuará residiendo en Suiza donde tiene compromisos personales y militantes- no ha querido responder a las preguntas de los periodistas y tan sólo se ha limitado a realizar una breve declaración.
Como es habitual con las citaciones de políticos independentistas, la exdiputada ha sido acompañada hasta las puertas del Supremo por simpatizantes y dirigentes independentistas catalanes.

Junqueras, en la foto

Entre ellos, el presidente de ERC, Oriol Junqueras, que ha querido respaldarla para manifestar «que nadie debería comparecer ante este tribunal teniendo en cuenta todas las resoluciones adoptadas por los organismos internacionales».
Desde JxCat, su portavoz Josep Rius, ha incidido en que su formación sigue «apostando por la estrategia de todo el independentismo» para hacer frente también a la «lucha represiva», y ha reiterado que ni Gabriel ni ninguno de los «exiliados» ha cometido ningún delito.
Por su parte, el presidente del grupo de Unidas Podemos en el Congreso, Jaume Asens, también ha querido mostrar su apoyo frente a la «ofensiva judicial que están sufriendo».
Junto a ellos, también han estado los portavoces de ERC en el Congreso y en el Senado, Gabriel Rufián y Mirella Cortès; la portavoz del secretariado nacional de la CUP, Maria Sirvent, los diputados de la CUP en el Congreso, Mireia Vehí y Albert Botran, los parlamentarios de EH Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua y Jon Iñarritu, así como el presidente de Òmnium Cultural, Xavier Antich.
La vuelta de Gabriel, símbolo de la izquierda independentista por su papel protagonista como cara visible de la CUP en el Parlament en la legislatura del referéndum unilateral del 1 de octubre de 2017, ha cogido por sorpresa a las fuerzas secesionistas catalanas, incluido al propio Govern, que desconocía sus planes de regreso.
Gabriel huyó a Suiza en 2018, poco antes de ser procesada, y se presentó en julio ante el Supremo para regularizar su situación acompañada de su abogado Iñigo Iruin, el mismo que defiende a la exconsellera Meritxell Serret, quien hace un año se convirtió en la primera procesada del caso que regresaba voluntariamente a España para ponerse a disposición del Alto Tribunal, después de huir a Bélgica en 2018.
Anna Gabriel está procesada por un delito de desobediencia por su participación en el proceso de independencia de Cataluña en 2017 y era la única líder independentista catalana huida en el extranjero contra la que no pesaban ninguna orden internacional o europea de detención dado que el delito no lleva aparejada pena de prisión.
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