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18 de abril de 2024

Cándido Conde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional

Cándido Conde-Pumpido, magistrado del Tribunal Constitucional

El candidato de Sánchez

Conde-Pumpido critica que otros magistrados del TC no guarden «apariencia de imparcialidad»

El favorito del Gobierno para presidir el Constitucional lamenta la imagen de «seguidismo» político que ha dado el tribunal de garantías, en un escrito que firma con otros dos progresistas

Cándido Conde-Pumpido, el ex fiscal general del Estado, el magistrado al que Pedro Sánchez quiere colocar al frente del Tribunal Constitucional, critica que otros de sus colegas del TC no guarden la debida «apariencia de imparcialidad».
Este miércoles se ha hecho público el voto particular conjunto que Conde-Pumpido y los también magistrados progresistas Ramón Sáez Valcárcel e Inmaculada Montalbán emitieron a la decisión que adoptó el pleno el lunes de la semana pasada, cuando frenó en el Senado las enmiendas del PSOE y Unidas Podemos para modificar las leyes orgánicas del Poder Judicial y del TC por la puerta de atrás.
Una decisión que, en opinión de los tres magistrados, «es insólita en la historia del Tribunal Constitucional», porque «constituye una interferencia sin precedentes en la función legislativa». Que fue, precisamente, el argumento que emplearon los socialistas y sus socios la semana pasada, cuando llegaron a acusar a la mayoría conservadora del Constitucional de trabajar a las órdenes del PP.
En su escrito, Conde-Pumpido, Sáez Valcárcel y Montalbán se quejan de que Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez, los dos magistrados a los que la izquierda intentó recusar, votaran su propia recusación. Porque opinan que, tratándose de un asunto en el que el tribunal de garantías juzgaba la reforma de su propia ley y su renovación, «los requerimientos de apariencia de imparcialidad deberían ser más exigentes». Y no apartándose se convirtieron en «juez y parte».
No obstante, el pleno no llegó a votar la recusación de González-Trevijano y Narváez. Lo que votó el pleno fue si era o no el momento jurídico procesal oportuno para decidir si apartarlos. Y la mayoría decidió que no lo era, por seis votos a cinco.
Los tres magistrados progresistas lamentan que la medida cautelarísima, adoptada por seis votos a cinco, provocara una división en dos bloques de los miembros del pleno del Constitucional que «traslada a la opinión pública una imagen de mimetismo o seguidismo del enfrentamiento parlamentario y del conflicto político partidista».
Ahora, una vez desbloqueada la renovación del Constitucional después de que el CGPJ aprobara el martes sus dos candidatos, aquella decisión del TC ha quedado en un segundo plano.
No obstante, esta semana Conde-Pumpido tiene menos posibilidades de ser el presidente del TC que las que tenía la pasada. Tendrá que disputarse el puesto con la también progresista María Luisa Balaguer, a la que los cuatro magistrados conservadores votarán a pies juntillas. Que gane él o ella dependerá de la división de voto en el bloque progresista.
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