Transportes
Quince minutos más de trayecto y nueva estación de destino que aleja a los usuarios del centro de la capital. Los AVE de Valencia y Alicante con dirección Madrid ya no paran en Atocha desde este lunes 23 de enero. Lo hacen en la otra estación de viajes de larga distancia: la madrileña Chamartín. Solo se salvan de la quema algunos trayectos que salen de Castellón, que siguen parando en Atocha.
La explicación que da Renfe son las obras de remodelación que impiden el acceso de estos trenes a la estación de Atocha. «Hay muchos trenes que tienen la cabecera en Atocha y Adif está tratando de diversificar la llegada a Atocha», indican fuentes de Renfe.
Pero desde el sector turístico y la oposición valenciana lamentan lo que está ocurriendo. «Es una agravio comparativo con respecto a otras comunidades como Cataluña, que sí paran en Atocha. Este cambio de estación pone a la Comunidad Valenciana en un plano inferior y resta oportunidades al turismo», reivindican desde el PP.
«Los usuarios de este tren de alta velocidad alargan su viaje alrededor de 40 minutos. Los 15 que se extiende la llegada más los otros 20-25 que un usuario va a tardar en llegar hasta el centro de Madrid desplazándose desde Chamartín», alegan. «Esto lo único que nos confirma es que el presidente Ximo Puig no pinta nada en Madrid porque ni reclama ni defiende los intereses de los valencianos», reclama la vicesecretaria de Transportes del PPCV, Salomé Pradas.
Los populares aseguran que llevan meses pidiendo explicaciones, pero estas no llegan ni por parte del Gobierno valenciano ni por parte del Ministerio de Transportes. Por ello realizaron una concentración a las puertas de Atocha que, con la imposición del nuevo destino, aseguran, volverán a repetir «a finales de enero o principios de febrero». El objetivo es que «la Comunidad Valenciana no tenga que pagar los platos rotos de un Consell que no la defiende», critican.
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