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Metro de La Elipa

El sueño se topa con la precariedad del mercadoMetro de Madrid

Lotería de Navidad

¿Da el Gordo de Navidad para comprar un piso en La Elipa, el barrio de Madrid premiado?

Con una subida de precios que no da tregua, el dinero que hoy compra un piso reformado, quizás mañana solo alcance para uno a reformar

Los vecinos de La Elipa (Madrid), que ayer celebraron el Gordo vendido por Esther Lanchas, se enfrentan a una cruda realidad: su nuevo estatus choca contra el muro de ladrillo de la especulación inmobiliaria. El número 79.432 ha dejado 400.000 euros por décimo, pero, tras el «peaje» de Hacienda, la cuenta bancaria recibe 328.000 euros netos.

En un distrito como Ciudad Lineal, donde el metro cuadrado ha pulverizado récords históricos alcanzando los 4.932 euros —un 23 % más caro que el año pasado—, esa cifra ya no garantiza una vida de lujo, sino simplemente el acceso a una vivienda digna.

Al entrar en el portal Idealista, el sueño se topa con la precariedad del mercado. Los ganadores que busquen «gangas» en calles como José Villena solo encontrarán bajos interiores de 26 metros cuadrados o inmuebles con riesgo de okupación por debajo de los 150.000 euros.

Para aspirar a algo habitable —tres habitaciones y ventanas a la calle—, hay que elevar la apuesta hasta los 220.000 euros, y aun así, la mayoría exige reformas integrales. La búsqueda de un hogar definitivo, accesible y con ascensor, obliga a quemar casi la totalidad del premio. En la calle Hermanos de Pablo, por ejemplo, un piso correcto pero antiguo ya exige desembolsar 312.900 euros, dejando apenas un remanente para gastos de notaría.

Comprarse una casa y quedarse a cero

Solo quienes estén dispuestos a gastar hasta el último céntimo del premio podrán acceder a una vivienda «premium», como el dúplex reformado de la calle Gutierre de Cetina, que por 325.000 euros ofrece 130 metros cuadrados y baños modernos.

La conclusión es tan clara como inquietante. En 2025, que te toque el Gordo sirve, literalmente, para comprarse una casa y quedarse a cero. Los afortunados de La Elipa no tienen tiempo que perder, con una subida de precios que no da tregua, el dinero que hoy compra un piso reformado, quizás mañana solo alcance para uno a reformar.

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