El rechazo a la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana provocó hace algo más de un año la unión por primera vez de todos los cuerpos policiales, nacionales, autonómicos y locales
Última reunión de reforma de la Ley Mordaza: la última patata caliente que podría explotar al Gobierno
Guardias civiles advierten de que podrían caer en “otro error como el de la ley del ‘solo sí es sí’ en caso de que no se atiendan las razones de los expertos
Este martes se celebra la última reunión de la ponencia de los diputados de la Comisión de Interior para tratar de llegar a un acuerdo sobre la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana, también conocida como 'Ley Mordaza'. Aunque el acuerdo entre PSOE y Podemos en los aspectos fundamentales enfilaba una reforma fuertemente reclamada por los partidos independentistas, el paso del tiempo y los desacuerdos en algunos aspectos la pueden convertir en una nueva patata caliente que se parece cada vez más a la polémica ley del ‘solo sí es sí’.
De hecho, desde la asociación de guardias civiles Jucil, advierten a los socialistas «que no cometan otro error en las modificaciones previstas para la Ley de Seguridad Ciudadana como al que le han llevado sus socios en el Ejecutivo con la aprobación de la denominada ley ‘sólo sí es sí’».
Ley de Seguridad Ciudadana
Las claves de la nueva Ley de Seguridad Ciudadana que desprotege a la Policía y ampara a los manifestantes
JUCIL recuerda que elevó un informe elaborado por tres juristas de prestigio de la Universidad CEU San Pablo que fue entregado a las formaciones políticas del Congreso y al ministro del Interior, especialmente interesado en conocer el contenido de este trabajo, pero que no se ha visto reflejado en los debates en el Parlamento.
Por eso mismo, por esa desatención a la opinión de los expertos, «solicitamos al grupo parlamentario Socialista que reflexionen sobre el resultado de no atender los consejos y los avisos de cientos de expertos que adelantaban los problemas que ocasionaría la redacción final de la ley del “sólo sí es sí», defiende el secretario de comunicación de Jucil, Agustín Leal.
Leal ha mostrado su esperanza en que «los representantes del grupo mayoritario en el Congreso se muestren los suficientemente valientes como para no ceder al chantaje de las minorías o veremos, una vez más, un gesto de cobardía a cambio de ganar quizás unos días más al frente del Gobierno».
Puntos de desacuerdo
Las principales dificultades entre los socios de Gobierno a la hora de alcanzar un acuerdo en la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana se centran en el uso de las pelotas de goma, las faltas de respeto a la autoridad, la desobediencia y las devoluciones en caliente. Son unos puntos en los que tanto Bildu como ERC se muestran más radicales y, si PSOE y Podemos no ceden, podrían ver cómo los independentistas votan en contra de la ley, lo que impediría su aprobación.
Sin embargo, si el Gobierno cede ante los radicales, la asociación Jucil advierte de que «si se menoscaban las funciones de los guardias civiles y de los policías difícilmente podremos garantizar la seguridad de los ciudadanos, proteger su libertad y dar el auxilio y el apoyo que necesitan los jueces y los tribunales de Justicia en defensa de la Ley».
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