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24 de abril de 2024

Ana Martín
Ana Martín

La cifra mágica que Feijóo necesita para herir de muerte a Sánchez y siete claves más del 28-M

El PP busca la épica de aventajar al PSOE en un millón de votos en esta especie de primera vuelta electoral con mucha relevancia, también, para Vox, Podemos y Yolanda Díaz

Madrid Actualizada 04:30

Feijóo en la plaza de toros de Valencia, en el que fue el mitin central del PP

Feijóo en la plaza de toros de Valencia, en el que fue el mitin central del PPDiego Puerta/ PP

Casi 36,6 millones de electores podrán votar en las elecciones que se celebran este domingo en todos los municipios de España, en 12 comunidades y en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. La cercanía con las generales de diciembre, el desgaste de Pedro Sánchez y el empuje de Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal han convertido esta cita en lo más parecido a una primera vuelta.
Será una jornada de infarto, seguida por un recuento casi de foto finish en algunas comunidades y ayuntamientos y por semanas de negociaciones en los despachos. Porque las encuestas han venido pronosticando que, en estas elecciones, será más difícil conseguir una mayoría absoluta que encontrar un trébol de cuatro hojas. La tiene al alcance el alcalde de Vigo, Abel Caballero y, tal vez, Isabel Díaz Ayuso en la Comunidad de Madrid y Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha.
Tras una campaña marcada por Bildu, los anuncios de Sánchez a golpe de talonario del Estado y las diversas tramas de compra de voto, ¿qué no conviene perder de vista acerca de los resultados de este domingo?

La ventaja del PP en votos

Lo primero, el margen de ventaja del PP sobre el PSOE en la urna de las municipales, porque en buena medida ahí estará la clave del cambio de ciclo en la Moncloa en diciembre. El presidente de GAD3, Narciso Michavila, auguró a principios de semana en COPE que, si los populares sacan a los socialistas una renta de un millón de votos, el Gobierno de España cambiará de signo político a final de año.
En los comicios de 2019, el PSOE superó al PP en casi 1,6 millones de votos y 7,03 puntos. Los populares, capitaneados por Pablo Casado, venían de sufrir una auténtica hecatombe en las elecciones generales de un mes antes y cayeron a los cinco millones de votos.
Si ahora el principal partido de la oposición consigue la machada de superar al PSOE en un millón de votos, habrá recuperado más de 2,5 millones de apoyos en solo cuatro años. No se ve un crecimiento similar desde las elecciones municipales y autonómicas de 1995, hace 28 años, con José María Aznar al frente de los populares. No hay que perder de vista la Comunidad de Madrid y si finalmente Isabel Díaz Ayuso obtiene la mayoría absoluta, porque Madrid siempre ha sido la piedra angular de las victorias del PP.

La participación

Lo segundo, y condición sine qua non para que se produzca lo primero: que la participación esté en el nivel de 2019, cuando fue del 65,2 % del electorado. La derecha parece muy movilizada, o al menos más que la izquierda, pero sus responsables no se fían. Hay previsión de lluvia y, además, nadie conoce el impacto que los escándalos de Melilla, Mojácar y Albudeite -entre otros- pueden tener en la participación. Si finalmente la abstención supera el 35 %, el PP y Vox pueden quedarse con la miel en los labios en muchas plazas. Y el PSOE y Unidas Podemos salir del trance del 28 de mayo mejor de lo previsto.

La relevancia de Vox

Lo tercero, si el partido de Abascal se afianza como tercera fuerza política a medio año de las generales. Cuando, precisamente, las opciones de Sánchez para seguir en la Moncloa aun perdiendo en diciembre ante Feijóo pasan por que Sumar dé el sorpasso a Vox.
Santiago Abascal, durante un mitin en Murcia

Santiago Abascal, durante un mitin en MurciaVox

Esta noche se sabrá eso y, también, si Vox resulta indispensable para que el PP pueda sumar mayorías alternativas y soplen los vientos de cambio en autonomías como la Comunidad Valenciana, Cantabria, La Rioja, Baleares y Castilla-La Mancha. Y en ayuntamientos como Valencia, Logroño, Sevilla, Lugo o Albacete, entre otros.

Yolanda Díaz vs Podemos

En cuarto lugar, este 28-M será clave para reconfigurar el espacio a la izquierda del PSOE y el reparto de fuerzas entre Podemos y Yolanda Díaz. Los morados aspiran a ser decisivos para reeditar el Pacto del Botànic en la Comunidad Valenciana y para que barones socialistas como el extremeño Guillermo Fernández Vara y el asturiano Adrián Barbón conserven sus Gobiernos. También, para acorazar los ayuntamientos de Sevilla y Valladolid.
Yolanda Díaz, en un acto de campaña en Málaga

Yolanda Díaz, en un acto de campaña en MálagaEFE

Aunque la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo no concurre a estas elecciones, sus marcas asociadas sí. Habrá dos resultados que se imputen a Díaz especialmente, por elevación: el de Ada Colau en Barcelona, que tiene pie y medio fuera de la Alcaldía; y el de Mónica García en la Comunidad de Madrid, que aspira a mantener el liderazgo de la oposición a Ayuso, por delante del PSOE de Juan Lobato. También, aunque en menor medida, el del alcalde de Valencia, Joan Ribó, de Compromís. Este domingo será el primer test de estrés para Sumar, lo quiera o no.

Cataluña y el independentismo

El quinto factor que no conviene perder de vista es Cataluña. El independentismo está desmotivado y desmovilizado, y todo apunta a que ello repercutirá en la participación y en el resultado de ERC y de Junts. Está por ver si Esquerra se afianza como el partido alfa del secesionismo catalán (ya en las municipales de 2019 lo fue) y si el PSC confirma su buen momento de forma y logra el bastón de mando en Barcelona. El resultado de los de Salvador Illa es muy importante para Sánchez. Puesto que, tradicionalmente, los presidentes socialistas han cimentado sus triunfos en Cataluña y Andalucía.

Andalucía y el «efecto Moreno»

La tierra de Juanma Moreno bien podría ser la sexta clave de esta noche electoral: si el PSOE andaluz no salva del tsunami popular Sevilla, Huelva y Jaén, o al menos dos de tres, el mazazo anímico y político será de los mayores de la noche. Juan Espadas ya salió muy tocado de las elecciones andaluzas de junio de 2022, así que su futuro es incierto.
Juanma Moreno, en Sevilla

Juanma Moreno, en SevillaEFE

Bildu

Séptimo factor: Bildu, protagonista en el primer tramo de la campaña tras incluir a sus listas a 44 etarras condenados, aunque después rectificara con siete de ellos. La coalición de Arnaldo Otegi puede ser la lista más votada en San Sebastián, Vitoria y en las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa. Además, todo apunta a que sus votos serán decisivos para que la socialista María Chivite conserve el Gobierno de Navarra, a cambio de lo que podría hacerse con la Alcaldía de Pamplona.
Se plantean dos preguntas difíciles de responder, porque son imposibles de medir: ¿Hasta qué punto ha impactado negativamente Bildu en la campaña del PSOE?, ¿hasta qué punto ha impactado positivamente en las del PP y Vox?

La disidencia de Page y Lambán

En octavo y último lugar, conviene mirar con microscopio los resultados de Emiliano García-Page en Castilla-La Mancha y de Javier Lambán en Aragón, puesto que ambos representan la única disidencia en este PSOE sanchista. Si acaban en la oposición, las urnas habrán hecho a Sánchez el trabajo sucio de laminar a sus dos últimos barones críticos. Pero, si ganan, la presión se trasladará a Sánchez y su examen de diciembre. Alea jacta est.
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