Una de las imágenes más curiosas que ha dejado la tradicional ofrenda al Apóstol Santiago, patrón de España y cuya festividad se celebra este 25 de julio, ha sido que cuando las autoridades civiles y religiosas se disponían a entrar en la Catedral de la capital gallega la alcaldesa de la ciudad del Bloque Nacionalista Gallego (BNG) ha abandonado la plaza del Obradoiro. Así pues, a la homilía solo han asistido el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices, el presidente del Partido Popular , Alberto Núñez Feijóo, y el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
Rueda ha comenzado su discurso durante la ofrenda asegurando que «pocos honores son equivalentes al de ejercer como delegado de su majestad Felipe VI». Asimismo, el titular del Gobierno gallego se ha mostrado orgulloso de «mostrar los respetos de todo el pueblo español» al Apóstol en una época «en que se concede un valor absoluto a símbolos que son muy discutibles».
«Como sabe cualquier buen caminante, cuando un grupo afronta una bifurcación no debe dividirse ni quedar paralizado por las natural incertidumbre o el miedo», ha indicado el presidente de la Xunta, para después subrayar que «sea cual sea la alternativa que se tome», resultará «más peligrosa» si los primeros pasos «parten de la fractura».
Por eso ha apelado a que «España y Galicia sigan avanzando unidas» y ha advertido de que las «instituciones nacidas de la soberanía popular que se conformarán en las próximas semanas acertarán siempre que antepongan el bien común de los ciudadanos a cualquier otra consideración».
Por su parte, en la homilía, el arzobispo de Santiago, monseñor Francisco José Prieto, ha expresado que «el cristianismo no es una moral, es mucho más». «Es el momento de trascender la banalidad y hacer de la profundidad y la búsqueda de sentido un lugar y un punto de encuentro», ha agregado. Además, ha abogado por priorizar «el bien común». A la ofrenda también han asistido el cardenal Antonio María Rouco Varela, y el nuncio en España, Bernardito Auza.
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